El epicentro del caos: un choque múltiple que involucró a tres vehículos. Un Nissan Versa resultó el más afectado, literalmente aplastado entre una Toyota y una Ford Explorer. El impacto fue tan brutal que el Versa quedó irreconocible, sus ocupantes atrapados en el amasijo de fierro.
La escena requirió la intervención de los Bomberos de Guadalajara, quienes utilizando las “quijadas de la vida”, herramientas hidráulicas de rescate, lograron liberar a los heridos. Las imágenes, impactantes, muestran la magnitud del trabajo realizado para extraer a los ocupantes del Versa, destruyendo las puertas del vehículo para su liberación.
El saldo: seis personas lesionadas. Dos de ellas, los ocupantes del Versa, sufrieron las peores consecuencias. Uno fue trasladado a la Cruz Verde Las Águilas, el otro a la Cruz Roja del Parque Morelos. Las otras cuatro personas heridas, afortunadamente, recibieron atención médica en el lugar y no necesitaron hospitalización.
El accidente generó un importante cierre de carriles en Avenida Vallarta, con dirección a Periférico. El derrame de aceite y gasolina en la carpeta asfáltica, producto del impacto, obligó a un largo trabajo de limpieza por parte de los bomberos. El resultado: un embotellamiento monumental que se extendió hasta la Avenida Patria, dejando a cientos de conductores varados durante horas.
Más allá del caos vial y las lesiones, el incidente deja una reflexión sobre la importancia de la precaución al volante, especialmente durante las horas de mayor tráfico en una ciudad tan dinámica como Guadalajara. La investigación para determinar las causas del accidente está en curso.