Fue una alerta anónima, una llamada que rompió la monotonía de la rutina. Se hablaba de paquetes sospechosos en la zona de paquetería. Inmediatamente, elementos de la Guardia Nacional y la Policía Federal Ministerial (PFM), en coordinación con la Fiscalía General de la República (FGR), se movilizaron.
Con la autorización del Ministerio Público Federal (MPF), y con la ayuda invaluable de un binomio canino, se inició la inspección. La técnica de apertura de correspondencia, precisa y metódica, reveló el contenido oculto: un kilo 460 gramos de marihuana.
Pero la sorpresa no terminó ahí. Además de la marihuana, se encontraron 578 tabletas de sustancias aún no identificadas. El hallazgo añade una capa de complejidad a la investigación, abriendo nuevas líneas de indagación para las autoridades.
Todo lo incautado fue puesto a disposición del MPF, quien ya abrió una carpeta de investigación para determinar responsabilidades. La FGR, en su comunicado oficial, reiteró su compromiso en el combate a los delitos contra la salud y exhortó a la ciudadanía a denunciar cualquier actividad ilícita a través de los canales oficiales.
La investigación continúa, y mientras tanto, el aeropuerto, ese crisol de culturas y destinos, vuelve a su ritmo habitual, con la certeza de que la vigilancia constante es clave para mantener la seguridad y el orden.