"Esto no es más que un impuesto disfrazado de política social", lanzó durante la sesión el diputado Emilio Suárez del PRI, mientras revisaban los ajustes al IEPS. La frase resonó en el salón, donde se aprobaron incrementos históricos a productos que forman parte de la vida cotidiana de millones de mexicanos.
Los detalles que generaron mayor polémica:
- Bebidas saborizadas: El litro pasará de 1.65 a 3.08 pesos en impuestos para 2026, un aumento del 87%. La medida incluye incluso aquellas con edulcorantes.
- Cigarros: La tasa general subirá hasta 200%, mientras que por unidad se pagará 0.85 pesos.
- Videojuegos: Por primera vez, los títulos clasificados como violentos tendrán un 8% de IEPS.
- Apuestas: Los juegos de azar verán incrementada su carga fiscal del 30 al 50%.
Entre los documentos analizados, hubo un apartado que llamó la atención: la exención para
sueros orales que cumplan con la fórmula de la OMS.
"No podemos gravar productos esenciales para combatir la deshidratación", argumentó el presidente de la comisión, Carol Antonio Altamirano. Sin embargo, cualquier variante con edulcorantes o sabores adicionales sí pagará impuesto.
Más allá de los llamados "impuestos saludables", los legisladores también avalaron reformas al Código Fiscal que otorgan poderes extraordinarios al SAT:
- Visitas domiciliarias exprés sin orden judicial ante sospechas de facturas falsas.
- Acceso en tiempo real a sistemas de plataformas digitales como Uber o Netflix, aunque con limitaciones.
- Negar RFC a personas vinculadas con empresas fachada.
Mientras terminaba la sesión, llegó otro dictamen aprobado: el incremento
hasta del 100% en cuotas migratorias para residentes temporales. Una medida que, según Flores de MC,
"aleja al país de una política migratoria humanitaria".
Los votos terminaron por caer como fichas de dominó. Aunque hubo resistencia, las reformas pasaron. Ahora solo falta el pleno, pero con los números a favor del oficialismo, el resultado parece cantado.
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