No me voy a rendir: César Bono

El actor continúa trabajando y fue reconocido con la medalla Eduardo Arozamena, de la Anda

No me voy a rendir: César Bono

CDMX

César Bono celebró 57 años de trayectoria y lo hizo trabajando con el monólogo que ha hecho con grato éxito durante 23 años, Defendiendo al cavernícola.

Fue en el Nuevo Teatro Libanés en donde el actor de 73 años de edad recibió la medalla Eduardo Arozamena, de la Asociación Nacional de Actores (Anda), por más de cinco décadas de carrera. Y fue su amigo, José Luis Cordero Pocholo, el cómplice para la realización este festejo.

Tras la función del lunes, subieron al escenario tres nietas del actor Eduardo Arozamena (1875-1951), una de ellas, la actriz Patricia Castro, su exesposa, así como los hijos de ella y Bono, Leonardo Patricio y César Patricio.

“Es una ocasión que dudo mucho se repita. El señor Eduardo Arozamena, cuya medalla de 50 años lleva su nombre, es el abuelo de Paty y de alguna manera, mi abuelo. Tuvo a cuatro hijas muy brillantes, las hermanas Arozamena. La más grande, Guadalupe, y la más chica, Amparito Arozamena, a quienes recordamos con mucho cariño.

“Luego, son cuatro hermanas las Castro, que son donde corre la sangre de Eduardo Arozamena, y aquí están tres de las cuatro. Y vinieron dos tataranietos, que son hijos de Paty y un servidor. Eduardo Arozamena fue un socio fundador de la Anda, junto con Jorge Negrete y Mario Moreno Cantinflas, una generación inolvidable.

“Pocholo se encargó de todo esto y estoy muy agradecido con él y con ustedes. Aquí estamos. Los años son 57 de estar trabajando y ojalá lleguemos a 58”, expresó Bono ante el público que le aplaudió de pie, luego de reír a carcajadas con su interpretación, a pesar de tener poca movilidad en el lado izquierdo del cuerpo y una mano espástica, a consecuencia de los ocho infartos cerebrales que sufrió en 2018.

En entrevista posterior, César Bono reiteró que la medalla significa mucho para él, debido a la relación familiar de su exesposa.

“Es un día muy especial. Todos estos reconocimientos son un estímulo para los actores. Los premios que me ha otorgado la prensa, esta medalla y la Virginia Fábregas, que es de 25 años y también la recibí. La que sigue, de 75 años, ésa sí, seguro, no la voy a recibir.

“Me preocupaba mucho, desde que era estudiante de teatro, de la continuidad, de estar vigente, porque la carrera del actor es eventual. Hoy estás en una obra de teatro y mañana no. Hoy estás en un programa de TV y mañana no. Pero, gracias a Dios, desde El lobo estepario, que es la primera película que hice en 1966 y hasta la fecha, no he dejado de trabajar. Creo que la fórmula ha sido pedir trabajo antes de que se acabara el que estoy haciendo. Por cierto, estoy en El cavernícola, pero si me quieren dar algo de chamba, llamen”, dijo.

El actor compartió que el retiro no está en sus planes.

“No pienso (en el retiro). Yo había hablado con los hijos desde antes. Mi cirujano, cuando le fueron a agradecer los hijos de que todavía vivo, les dijo ‘no me den las gracias a mí, porque yo no sé por qué está vivo su padre; se los digo yo, que soy el único ser humano que lo ha visto por dentro’. Realmente ni mi cirujano sabe por qué vivo. Yo estoy vivo y le dije hace poco a los hijos que ya no quiero sufrir más, pero luego lo pensé y no me voy a rendir.

“Todos los actores empezamos los proyectos con muchas ganas, como empecé hace 23 años este monólogo y 19 años en la serie de comedia Vecinos. Te sorprende la vida”, acotó.

Bono continúa llevando terapias físicas para la recuperación de la movilidad de su cuerpo. “Perdí toda la movilidad en una sola noche con los infartos cerebrales y recuperarla, me ha llevado años. Todavía no lo logro, pero no me voy a dar por vencido”, concluyó.