Phoenix, Az
Son cientos los inmigrantes centroamericanos que cruzan la frontera entre México y Arizona, lo hacen en largas caminatas cruzando el peligroso desierto durante el verano, cuando las temperaturas alcanzan hasta los 50 grados centígrados o en invierno cuando hay heladas y tormentas de nieve.
Más de 500 salvadoreños figuran como desaparecidos, muchos de ellos pueden estar entre los cuerpos sin identificar que hay en las morgues del estado.
Una base de datos federal señala que a escala nacional el número de casos abiertos es de 8,500, de los cuales 1,057 están en Arizona, tercer lugar en restos humanos no identificados. El primer lugar lo ocupa California y el segundo Nueva York, algunos casos datan de varias décadas.
El cónsul de El Salvador en Tucson, Joaquín Chacón, dijo que el Viceministerio de Relaciones Exteriores dio un gran paso con la creación del banco de información genética, un esfuerzo de la Cancillería junto al Comité de Familias de Migrantes desaparecidos de El Salvador (COFAMIRES). Este grupo, del que también forma parte la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos y el equipo argentino de Antropología Forense, fue creado en el 2011. Desde entonces se han identificado los restos de ocho salvadoreños, que fueron repatriados. Algunos habían sido reportados en el 2007.
“El propósito es promover el ingreso de información con el fin de identificar restos de personas migrantes no localizadas, que puedan haber fallecido y estén registrados como desconocidos”, dijo Chacón.
Para reportar a un migrante desaparecido hay que seguir unos pasos: Completar formulario del desaparecido, allí se debe incluir la fecha de nacimiento, nombres falsos que haya usado, nombre de los familiares, peso y estatura aproximada, color de piel, de ojos y de cabello, señales particulares y cómo vestía cuando desapareció.
La oficina del forense del condado Pima se comunica con los consulados de México y Centroamérica, especialmente con el de El Salvador, para tratar identificar cientos de cuerpos que reciben.
“El médico forense nos llama, nos dice si tienen a una persona con las características que nosotros proporcionamos”, comentó Chacón.
El viceministro de Relaciones Exteriores, Juan José García, y el embajador de El Salvador en Washington, Francisco Aschul, visitaron este año la morgue en Tucson, para conocer la problemática.
“Muchos de los restos encontrados en el desierto no son identificados porque no portaban documentos y en algunos casos solo reciben algunas partes óseas porque el fuerte calor descompone el cuerpo”, dijo Hess.
Hay diversos recursos para tratar de ubicar a personas desaparecidas:
Visita www.namus.gov., herramienta gubernamental para complementar datos y crear una base de datos que permita buscar coincidencia con algunos de los datos que hayan sido registrados.
Si usted perdió a un ser querido, contacte a organizaciones de personas desaparecidas y coordine una prueba de ADN. También puede buscar ayuda a través de la organización www.derechoshumanos.net o llame al 520-7701373. Póngase en contacto con el Consulado de El Salvador en Tucson, Arizona. Tel 520- 318-0410.