Nogales
Niños descubren rastros de sangre que llevan a localizar a la víctima, un hombre de aproximadamente 35 años de edad, que tenía pocas horas de haber sido asesinado.
El cuerpo sin vida de un nombre, con marcas de tortura y con el rostro enteipado fue localizado enterrado en una fosa clandestina ubicada en un arroyo de las inmediaciones de la colonia el Represo.
El hallazgo se registró al filo de las 11:00 horas, cuando agentes fueron notificados a través de la línea de emergencia de la presencia de manchas de sangre en el arroyo Las Chimeneas, descubiertas por unos niños que jugaban en el lugar.
Una vez que los agentes acudieron al lugar y examinaron el área, se percataron de que los rastros de sangre llevaban hasta una vereda que desemboca en dicho arroyo, donde fue localizada enterrada la víctima.
Se estima que el hombre fallecido tenía alrededor de 35 años, y era de complexión delgada, con cabello negro abundante, con barba y bigote crecido, de tez morena clara, estatura aproximada de 1.70 metros, con vestimenta de un pantalón de mezclilla de color negro, cinto de piel color amarillo estilo vaquero, camisa azul marino a cuadros, con calcetas de color gris y sin calzado. En el interior de una calceta se le encontró un envoltorio con la droga sintética conocida como ‘crystal’.
Al lugar acudió personal de medicina forense de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), quienes apoyados por los empleados de una funeraria, excavaron cerca de dos metros de profundidad hasta encontrar los restos del hombre, mismo que presentaba un fuerte golpe en la cabeza, el cual pudo haber sido provocado por una piedra grande.
De acuerdo a información oficial, la víctima tenía pocas horas de haber fallecido, el cuerpo no estaba rígido y no presentaba descomposición.
Al lugar acudieron elementos de Seguridad Pública, así como agentes de la Policía Estatal Investigadora y Fuerzas Federales, y el agente del Ministerio Público del Fuero Común, quien dio fe de los hechos y ordenó que el cuerpo fuera levantado y trasladado por la funeraria en turno para realizar la necropsia de ley.