Nogales
Este tipo de problemas llevan a los agresores a cometer casos de infanticidio, como los que se han registrado durante el 2013
La tensión por las presiones económicas, el uso de las drogas o alcohol en las familias, ha provocado un aumento en la violencia y como consecuencia, el daño físico a los menores y con ello, los recientes casos de infanticidios.
La sociólogo Patricia Barrón Salido explica de la inhibición por el uso de sustancias, generando los ataques hacia lo que se tienen enfrente como el provocador de dichas presiones.
En un tiempo tuvo su efecto el slogan “cuenta hasta diez” y se debe de volver a utilizar, detenerse ante cualquier circunstancia de enojo, porque un simple jalón de brazo, puede derivar en la rotura del mismo de no existir control.
Son muy complejas las causas en una sociedad tan cerrada como la actual, por la falta de espacios no solo en las casas, refiere, sino hasta en los trabajos que limitan la movilización de las personas.
Una acción preventiva sería la identificación de los efectos de las presiones, explica, trabajando en ellos y llevar las acciones encaminadas a disminuirlos para no caer en los ataques.
“Se trata de violencia generalizada y esto impacta porque son niños, son parte de la familia, en el núcleo en donde se presentó”, sostiene, “pero se pueden dar en un accidente de tránsito debido al grado de tención que se vive”.
Al bajar estas presiones ayuda a la disminución de la violencia y los casos de infanticidios, añade, y están etiquetados porque las acciones se están viendo en puntos específicos como a los niños.
Socialmente han cambiado muchas situaciones, pero no en las relaciones de poder familiares, ejemplifica, porque hay situaciones de mayor desempleo masculino y las mujeres son quienes llevan el sustento.
Empero los roles no han cambiado, porque el hombre no ha entendido su actividad en el hogar, explica, de ahí que los cambios se deben de dar en un mismo tiempo.
Mayor presencia de la mujer
Cada vez es más necesario el ingreso compartido y la mujer está teniendo un rol importante en ello, pues aparte de tener y criar a los hijos, es parte importante del sostenimiento del hogar.
“Ya no es solo el ingreso del hombre como pilar de la casa o el ingreso auxiliar”, explica, “de la mujer que apoya en el gasto de la familia, sino que se ha vuelto parte importante si no es que el único”.
Ello deriva en muchos casos de conflictos familiares por la falta de cultura y de la plática en la pareja, sostiene, en muchos de los casos porque el salario del hombre es menor al de su cónyuge.
Esta situación en muchas ocasiones se vuelve punto de conflicto en las parejas, porque al hombre fue educado para ser el “proveedor” y a la mujer, para que sea la encargada del hogar sin ser cierto.
“Todavía hay mujeres que si el hombre no es el sustento principal”, explica, “lo ve menos y el hombre se siente frustrado si no lo es, cuando las cosas y las situaciones han cambiado y no son así”.
Desde el punto de vista social se deben de ver otras alternativas porque solo se tienen, asegura, el camino de las drogas y el alcohol, lo cual hace un “coctel molotov” esta relación.
Esas alternativas deberían de existir para disminuir las tensiones en la pareja, agrega, como la atención a los hijos cuando ambas parejas salen a trabajar, el tener las herramientas necesarias.
Desde el punto de vista urbano, no solo se trata de tapar el “bache”, sino mejorar el transporte, añade, porque es mucho el tiempo que se pasa en el traslado de la casa al trabajo y viceversa.
“Tu casa está chica y chocas con tu esposa e hijos”, refiere, “los niños no tienen en dónde jugar y todo eso viene acumulando la tensión y hay que disminuirla”.
Además ya no se es una familia núcleo, es decir: Papá, Mamá e hijos, pues se le ha agregado el padrastro, la madrastra o los hermanastros, lo cual conlleva a un nuevo replanteamiento.
Aumentan los ataques sexuales
Para el sicólogo José Ledezma Beltrán, se debe de estar muy atento al comportamiento de los hijos, porque en esta época del año por estadísticas, se incrementan las agresiones sexuales y las violaciones.
Derivado del cambio climático y los estudios científicos, hay un “despertar” y un incremento en los ataques, por lo que los padres de familia deben de estar muy atentos a esta situación.
“Los padres de familia deben de vigilar, supervisar tanto a niños como a los adolescentes”, indica, “porque este delito comúnmente es cometido dentro del entorno familiar”.
El especialista del Instituto de Tratamiento y Aplicación de Medidas para Adolescentes (Itama), recomienda poner atención a los jóvenes, porque existe la creencia que no van a suceder en el entorno familiar y es donde se dan.
Una forma de combatirlo es tener una comunicación permanente con los jóvenes, añade, supervisión cercana sobre su desempeño con sus amigos y su entorno cercano.
Quien está siendo observado por su padres, destaca, evitará tener conductas negativas no solo en su hogar, sino también en la sociedad ya sea en la escuela o en su centro de trabajo.