Nogales
En compañía del presidente municipal Ramón Guzmán, así como de sus ex colaboradores y ex regidores.
Profundamente emocionado y agradecido, el ex alcalde Abraham Zaied Dabdoub festejó un aniversario más de vida en compañía del presidente municipal Ramón Guzmán, así como sus ex colaboradores y ex regidores.
El dos veces presidente de esta frontera en los trienios 1994-97 y 2000-03, convivió junto con sus hijos Aby, Mario, Raymundo y su hermano Jorge Zaied, con un nutrido grupo de invitados, quienes entonaron las “mañanitas”.
“Estar con ustedes mis ex regidores, mis ex funcionarios”, expresó, “en las dos administraciones que tuve el honor de presidir y en este momento, con mucho dolor y tristeza nos acordamos de los que se fueron antes que nosotros, eso da dolor y da tristeza”.
El ex alcalde visiblemente mejorado físicamente de un mal que lo aqueja no pudo contener un sollozo al evocar a su distinguida esposa y madre de sus hijos, Alma Araiza de Zaied, quien falleciera hace un par de años.
Luego se recuperó y recordó los trabajos realizados junto con su equipo, para la realización de obras y acciones de beneficio social, para cumplirle a la ciudadanía de Nogales.
“Le metimos muchas ganas y no dejamos de hacer todo lo humanamente posible para quedar bien”, manifestó, “en las dos administraciones no dejamos ni una sola deuda, pagamos a todo mundo, no pedimos prestado”.
Reconoció la existencia de dificultades durante sus gestiones, pero lograron salir adelante con la unión y el ingenio de sus colaboradores tanto en lo administrativo como en el cuerpo edilicio.
Lo grande es la amistad
Por su parte el presidente municipal Ramón Guzmán no escatimó elogios para “mi amigo, mi mentor y maestro”, durante la celebración de aniversario de Don Abraham Zaied Dabdoub.
“Lo más grandioso de un ser humano es la amistad, es el amor, la entrega, la mortificación por el amigo”, refirió, “el estar al pendiente de su estado, su ánimo porque fuimos compañeros de tantas cosas”.
Una de las grandes cosas y que siempre fue el regalo, dijo, fue el tener la facilidad de arrancarle una sonrisa al alcalde, al amigo, al presidente municipal y era un logro muy importante.
Lo más importante es la satisfacción de la amistad, ponderó, así como el haberle aprendido en lo político y aun cuando hubo diferencias, fue más importante el bien general.