Viven la Pasión y Muerte de Cristo

Nogales, Son.

Los integrantes de la Pastoral Juvenil y del grupo Arcoíris, con su entrega y dedicación, le impusieron a la escenificación un gran realismo.
La frescura matinal fue el marco para el desarrollo del tradicional viacrucis, presenciado por cientos de familias nogalenses quienes volvieron a vivir el fervor religioso de la Pasión y Muerte de Cristo en el Santuario Guadalupano.
El frontispicio de la ahora Catedral de Nogales volvió a recibir a las católicos de esta frontera, quienes vivieron paso a paso el recorrido de Jesús que volvió a su ruta original partiendo de la plaza Miguel Hidalgo y la avenida Obregón.
Los integrantes de la Pastoral Juvenil y del grupo Arcoíris, con su entrega y dedicación, le impusieron a la escenificación un gran realismo y entrega en cada uno de los roles que les tocó representar.
Desde los guardias vestidos de Romanos, la Virgen María madre de Jesús, María Magdalena, hasta el propio Jesús quien hacía notar con sus gestos resentir el peso de la cruz.
Los Tribunales ahora fueron montados en la plaza Miguel Hidalgo, en donde se congregaron los nogalenses para ser testigos del castigo y la condenación del Hijo de Dios cargando el pesado madero.
Con la Cruz a cuesta y con los “guardias” azotando en cada momento, inició el recorrido de las estaciones por avenida Obregón, en cuyas banquetas se congregaron muchas personas para  ver pasar el contingente.
Este viernes santo, la naturaleza fue benigna obsequiando un día fresco, con escasas nubes y viento fresco que por momentos se tornaba frío, sin que ello fuera impedimento para mostrar  el fervor religioso de los nogalenses.
Personal del departamento de Tránsito tuvo que bloquear por momentos el tráfico de la avenida, orientando a los escasos automovilistas a tomar rutas alternas para no entorpecer la circulación.
Las oraciones y los gritos de los soldados romanos se confundían en uno solo a lo largo de la calle, mientras los grupos de jóvenes formaban una barrera para darles espacio a los actores.
Cargando una pesada cruz el joven José Enrique Pacheco Córdova caminó todo el trayecto a paso lento, pausado, soportando y cayendo varias veces al suelo según la representación religiosa.
Ahora apoyados en sonido ambiental, los sollozos de María madre de Dios y los de María Magdalena, pusieron un toque dramático a la actuación y captaron aún más el interés de los feligreses por el desarrollo del Viacrucis.
El sonido de los martillazos, el eco de las Siete Palabras, el sollozo de una madre abrazando el cuerpo inerte de su hijo mientras una lágrima corría por sus mejillas, avivaron la atención del público.
Luego vino el silencio al depositar el cuerpo de Jesús en la tumba cubierta por una pesada losa, sumió a los feligreses en una silente oración, mientras el padre Campa invitaba a continuar con las celebraciones de la iglesia durante  sábado y domingo.

Un Viacrucis
por la Paz
El recorrido y la celebración de la Pasión y muerte de Jesucristo es una reflexión sobre la cruz que Cristo cargó no tanto el peso del madero, sino la cruz de los pecados, expresó el presbítero Manuel Campa García.
El párroco del Santuario Guadalupano, al término de la representación, indicó que está dedicada a la Paz en el mundo, porque es importante desde al interior de las familias y en la comunidad, al ser portadores de paz.
“La paz empieza precisamente en la familia”, expresó, “es ahí en donde tenemos que empezar a vivir los valores para que seamos realmente constructores de paz”.
La impresión es que la gente sigue al pie el camino de la cruz, llevando en el pecho, señaló, la cruz de Cristo para que esté cerca de nuestro corazón y nos ayude a cargar la cruz de la vida.
Los jóvenes participantes en la representación fue muy emotiva, destacó, porque recorrer el camino de la cruz no es fácil y eso se transmite hacia todos los que siguen la representación.
Jesús al volverse hombre cargó con todos los pecados y la sed que tenía, refirió, no era tanto física, sino la sed la conversión de todos hacia la fe y la cruz.
Desde la Cruz viene la vida y redime al mundo, continuó, entregando a su madre y otorga el perdón a la comunidad, por lo que invitó a la comunidad a conservar el espíritu de unión en la iglesia.
Esta es una oportunidad para mantener la unidad en Cristo, añadió, tal y como se han vivido en las celebraciones para tener presente a Dios en todos los actos de la vida.
“Si queremos una sociedad más justa, más humanas, solidaria y servicial”, destacó, “no se puede estar lejos de la Cruz ni lejos de Jesús”.
El sacerdote se mostró satisfecho por el entusiasmo de los ciudadanos por participar en la representación, indicó, el cual es un signo y una manifestación de fe la cual hay que reavivar.
El sábado la iglesia permanecerá cerrada, explicó, en tanto el domingo inician las celebraciones normales, desde las siete, nueve y media, once y doce y media, cinco y siete de la tarde.

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