NOGALES.
La Unidad de Control Sanitario hace un llamado a estos negocios, y así evitar sanciones económicas.
Un llamado a propietarios de yerberías y farmacias a retirar del mercado las pastillas y suplementos “milagro” para bajar de peso y curar enfermedades realizó la Unidad de Control Sanitario, una vez que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) emitió un listado de estos productos.
El titular de Control Sanitario advierte que para aquellos negocios que hagan caso omiso de este llamado habrá multas de hasta 20 mil pesos.
Juan Pablo Gutiérrez señala que los productos se publicitan como suplementos alimenticios para bajar de peso, así como otros que prometen ser tratamientos efectivos contra enfermedades crónicas.
Como estos productos carecen de registro sanitario que garanticen su seguridad, calidad y eficacia, los integrantes del área de Regulación Sanitaria pidieron a los propietarios de yerberías, farmacias y otros puntos de venta, los regresaran a sus proveedores o los destruyan ellos mismos.
“Damos la oportunidad de que ellos hagan la devolución y puedan en su defecto recuperar su inversión, en una posterior revisión, si continúan con su venta procederemos a su decomiso y destrucción y el propietario del lugar será multado con 15 mil hasta 20 mil pesos”, comenta.
Los “productos milagro” contienen imágenes o leyendas alusivas a propiedades terapéuticas o rehabilitadoras, contienen ingredientes no permitidos, etiquetas en otros idiomas, entre otras cosas.
El titular de Control Sanitario agrega que muchos de estos productos causan problemas graves a la salud por su contenido, y si su consumo no es vigilado por un médico puede haber consecuencias, incluso la muerte.
Juan Pablo Gutiérrez pide a la ciudadanía tener mucho cuidado con los productos que adquiere. Refiere que el envase debe contar con el permiso de la dependencia Cofepris y el número de registro, además de logotipos de patente. Exhorta al público a no poner en riesgo la salud evitando la compra de estos productos y no caer en el juego de la publicidad engañosa, pues afecta a su cuerpo y a su bolsillo.