Tiene Susanita su propio museo En un rincón de La Reforma

Tubutama.

Fácilmente tiene más de 500 piezas diversas y sueña con la creación de un museo en su poblado.
Enseres domésticos tradicionales, propios para la molienda de caña y producción de piloncillo, además de un sinfín de artículos y herramientas, tanto de agricultura como de ganadería y minería, entre otros, son parte de la vida diaria de doña Susana del Cid de Robledo.
Mejor conocida como Susanita, oriunda y radicada toda la vida en el poblado de La Reforma, Tubutama, manifestó que tiene una atracción innata por conservar cosas que utilizaron sus antepasados para subsistir, por lo que su casa, por dentro y por fuera está rodeada de esa clase de artículos que los siente como parte de ella misma y no dejaría que nadie se los llevara por ningún motivo, aseguró luego de revelar que su mayor anhelo es que alguien se interesara en formar un museo, pero que sea ahí mismo, o en el pueblo.

Museo fomentaría turismo
Susanita, tras calcular que fácilmente tiene más de 500 piezas diversas, externó que ojalá alguna instancia se interesara en poner un museo en La Reforma, “vendrían visitantes de otros lugares a visitarnos, y los pobladores de aquí se verían beneficiados toda vez que podrían vender productos que ellos mismos elaboran y no depender solamente de las actividades tradicionales, como la ganadería y agricultura (principalmente fruticultura)”.
Comentó que muchas de las cosas que tiene se las han regalado gente que conoce, al ver la afición que tiene por ellas y prefieren que estén con alguien que las conserve.
Aunque hay algunas otras que las ha comprobado ‘baratonas’, dijo, o las ha cambiado por conservas de frutas o verduras, ya que es una de las actividades que realiza para poder subsistir económicamente.

Era un ‘trapichi’
su casa
Mientras mostraba y explicaba la función de cada uno de los tradicionales objetos, Susanita confió que su casa, que está a unos cuantos metros del Río Altar,  es de las más viejas del poblado y antaño era utilizada como ‘trapichi’.
Al preguntársele que era un ‘trapichi’, contestó Susanita, mientras mostraba una panochera, que era un lugar donde procesaban piloncillo con cacahuate, de ahí que haya reunido tantos objetos relacionados con esta actividad.
Objetos
Estufas, comales, serruchos para cortar madera -de dos filos-, básculas, sembradoras, desgranadoras y molinos de maíz, barriles acarreadores y vagoncitos para sacar material de las minas y hasta un comedor hecho totalmente de árbol, así como extractores de agua y ‘diablitos’, además de taunas (grandes piedras para moler), entre muchos objetos más.
Asimismo, en el interior del hogar de Susanita se pueden observar desde muebles antiguos como: baúles, jarrones, lámparas, cuadros e imágenes religiosas, figuras de palo fierro y un antiquísima pequeña figura de San Francisco de Asís, de más de 500 años que atesora como lo más sagrado y que a pocas personas se lo muestra toda vez que perteneció a sus antepasados de la etnia Tohono O’Odham -de la parte sur de Estados Unidos- y al que se le atribuyen muchísimos milagros.

Ubicación
de La Reforma
Es un pequeño pueblito enclavado a las orillas del Río Altar, como a 5 kilómetros al norte de la carretera Tubutama-El Sáric, a poco más de 100 metros al oriente, donde los pobladores, aparte de las actividades tradicionales (ganadería y agricultura) para hacerse de recursos económicos elaboran ricas conservas y ‘cubiertos’ de fruta y verduras, así como coyotas y tortillas de harina ‘sobaqueras’, además de atoles y jugos con productos 100% frescos, naturales y crecidos en la región, lo que les da un sabor distintivo.

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