El Diario de SonoraNogales, Son
Gracias a su fuerte estructura y que no ha sido arrastrado por el arroyo de la avenida Tecnológico, está a punto de convertirse en un ícono nogales.
Una temporada más de lluvias en Nogales, una época más donde los arroyos han causado estragos en la comunidad, han destruido calles, inundando viviendas y comercios, un periodo del año donde la principal frontera sonorense sufre con las lluvias por la generación de destructivos afluentes que arrasan con todo por su paso.
Y también, una temporada de lluvias donde lo único que resiste, lo único prácticamente indestructible contra el fuerte arroyo de la avenida Tecnológico, es la estructura metálica que alberga el popular puesto para la venta de cocos.
Famoso en gran parte del estado por la elaboración dedica de memes e imágenes ilustrativas elaboradas con ingenio y humor que inundan las redes sociales, el puesto de cocos han sobrevivido estoicamente un año más de lluvias y arroyos.
El joven Jesús Humberto Bonilla Miranda y Modesto Ramón Fonseca, son los dos trabajadores que, en este verano, atendieron a miles de nogalenses que acudieron a disfrutar de la deliciosa fruta que venden y, sobre todo, para tomarse alguna fotografía o video en el casi legendario lugar.
“Estuvo un poco feo con las lluvias, hay veces que desde temprano tenemos que quitar la carreta y muchas veces no nos dejan trabajar los arroyos, la temporada se pone mal”, comentó Fonseca, con más de veinte años de atender el “changarro”.
Por su parte, Bonilla Miranda, con apenas dos años de laborar en el puesto, explicó que deben calcular bien cuando empiezan las lluvias para poder reaccionar a tiempo y quitar el puesto de la estructura, evitando su ubicación sobre el paso del arroyo.
“Hay veces que son días atareados, pero nosotros nos tenemos que poner a diario, aunque el tiempo este malo, aun así, tenemos la mejor manera de poner el changarro, las cosas en orden”, agrega el joven.
Calcula que el puesto de cocos lo pueden quitar en un promedio de tiempo de veinte minutos aproximadamente, lo reubican a un costado de la calle, para continuar con la apertura del negocio de una manera más cómoda y segura.
“Esperamos entonces a que pase el arroyo y si no, donde nos reubicamos nos quedamos hasta que llegan los patrones para recoger el material del negocio”, dijo.
Los trabajadores explicaron que la estructura es simplemente dos postes de metal, con base de concreto, con profundidad de más de un metro de profundidad, por ello ha soportado infinidad de arroyos y sigue de pie.
Descartaron que el trabajo sea difícil o peligroso, ya que solamente se requiere prestar atención a las condiciones climatológicas, al tráfico vehicular y sin dejar de atender las ventas.
“Hay mucha gente que viene desde la unidad deportiva y nos avisa cuando viene el arroyo para que nos pongamos las pilas, entonces es cuando vamos quitando todo y nos movemos rápido”, señaló por su parte Fonseca.
Sobre la popularidad que tiene la estructura en redes sociales, con la elaboración de memes e imágenes con sentido humorístico sobre el aguante de los postes ante el paso de fuertes arroyos, aceptan que ayuda a las ventas y los obliga a ellos, a dar un mejor servicio o producto.
Reconoció que inclusive hay personas que hasta acuden para tomarse una foto frente o al lado de los postes, antes o después de disfrutar de un coco y su deliciosa agua fresca, preparados con chile, salsa y limón.
Ambos reconocieron que, en un buen día, sin importar las lluvias, llegan a vender entre medio centenar de piezas o hasta 60 y 70, pero en un mal día, bajan las ventas hasta 40 cocos, siendo el verano la mejor época del año para la venta.
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