Demandan asilo humanitario
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El Diario de SonoraA una semana de que un numeroso grupo de migrantes mexicanos y centroamericanos, llegaran a la frontera de Nogales, para buscar que se reactive la figura del asilo político por parte del gobierno de los Estados Unidos, estos dicen no se ha logrado el objetivo, pero permanecerán en esta ciudad, hasta que se les escuche.
Uno de los migrantes, quien prefirió reservar su nombre, manifestó que el domingo cumplieron los 8 días de su búsqueda de este asilo, el cual han tratado de alcanzar después de haber salido de sus lugares de origen, debido a las condiciones de extrema violencia que se viven en Latinoamérica.
El hombre declaró que en su mayoría los que se manifiestan son de la sierra del estado de Guerrero, lugar que indicó ha sido arrasado por el crimen organizado, de ahí nació su intención de llegar hasta la frontera con el vecino país del norte y exigir el derecho humano de la migración por medio del asilo político.
“Es el séptimo día de esta manifestación, la verdad no logramos lo que esperábamos, ha habido mucho esfuerzo de la gente de las familias, de los niños, sin embargo el gobierno es insensible, no ha reaccionado a nuestras peticiones y nosotros queremos pedir por todos los medios de comunicación, que nos apoyen que le hagan llegar nuestro mensaje al presidente Joe Biden, para que nos apoye de la manera que nosotros se los pedimos, realmente no es un favor, el que le estamos pidiendo, es un derecho el que nosotros les estamos exigiendo”.
De acuerdo a la página oficial de asilo político del gobierno de los Estados Unidos, cualquier persona sin importar su lugar de origen, status económico o edad, puede acudir a esta condición de manera legal, siempre y cuando se haya sufrido persecución por su condición de raza, nacionalidad, religión, política o pertenecer a un grupo étnico especifico, así como todo aquel que no pueda o no quiera regresar a su lugar de origen, por condiciones de violencia física o sexual.
En estos momentos en Nogales, este contingente está conformado por personas de diferentes nacionalidades, en su mayoría mexicanos de 300 familias aproximadamente, todo ellos distribuidos en los albergues instalados en la frontera y esperan continuar manifestándose hasta que el Gobierno de Estados Unidos, de una respuesta positiva o negativa a sus exigencias.
“Venimos por motivos de miedo, de inseguridad, estamos en riesgo, nosotros y nuestras familias, por supuesto, desafortunadamente en nuestro lugar de origen, la violencia se ha desatado de manera incontrolable, y nosotros somos los más afectados en este caso, las personas que trabajamos honestamente, somos los que en nosotros recae toda los estragos de la violencia”.
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