Aceptar, soltar y vivir a través del dolor

Tanatólaga habla sobre cómo ayudar a las personas con enfermedades en fases terminales, como el cáncer de mama

Aceptar, soltar y vivir a través del dolor
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En México el cáncer de mama es la segunda causa de muerte en mujeres mayores de 40 años, después del cervico uterino, siendo éste muy peligroso dado que suele detectarse en etapas avanzadas del mismo y, de acuerdo a los datos del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, Sonora es el estado con mayor mortalidad por este tipo de mal, con un 28.6 por ciento, seguido de Nuevo León con 26 por ciento y Coahuila con 25.7 por ciento.
Aunado a la atención médica necesaria para este mal, está también la importancia de la salud emocional a cargo de la Tanatología, en la que expertos tratan temas difíciles, pero con calidez, para enseñar a las pacientes en etapas avanzadas de cáncer a vivir en el momento y aprovechar cada segundo con sus seres queridos, sin importar el resultado de sus tratamientos.
El acompañamiento de un tanatólogo a personas con una enfermedad en etapas avanzadas es de vital importancia,  ya que, si bien esta ciencia se asocia con la muerte, su rango de capacidades aporta un sentido de estar en paz con los que los rodean, ayuda a los pacientes a tener una mejor actitud ante sus tratamientos y tener una nueva visión sobre la aceptación de la fragilidad del ser y el exprimir cada segundo del día.
Según Isabel Valencia, tanatóloga en la ciudad de Nogales, el papel de esta ciencia es ayudar a los pacientes y sus familias a aceptar, identificar, soltar y vivir a través del dolor que podría causar la partida de sus seres queridos con la enfermedad, ayudando a identificar necesidades que no solo son de índole farmacológica para mitigar dolores o para tratar el propio cáncer, sino que son necesidades nutricionales, espirituales, sociales, familiares, psicológicas, teológicas, etcétera, mismas que deben ser satisfechas, para que la persona se encuentre en un estado de paz.
 Aquí hay dos formas de poder ayudar a pacientes en fases terminales, pero también a las familias, es bien importante trabajar en conjunto esa parte, porque siguen siendo un equipo, la familia es fundamental y es trabajarlo en conjunto”.
 Es una fase como la palabra lo dice, terminal, puede ser que ocurra, puede ser que no ocurra, pero de todas formas, tenemos que prepararnos. Número uno, quisiera poder entender un poco que por supuesto, todos somos candidatos para morir en cualquier momento, eso nos va ayudar un poquito para abrirnos más en pensar en la muerte, sobre todo si los que estamos sanos, podemos morir, es común también pues y lógico que las personas que están enfermas y sobre todo con una enfermedad crónica que ya está en un proceso terminal”.
La experta recalcó que la ayuda viene por medio de la aceptación de la realidad y los términos, de que nuestro familiar puede irse en cualquier momento y que está en una etapa vulnerable. El trabajo de apertura y comunicación real con ellos se torna muy difícil, por lo que debe de existir de manera inicial y constante el ser claros con la persona y escuchar sus necesidades para alcanzar una anhelada tranquilidad.
Valencia explicó que no tiene por qué sentir pena un familiar, el preguntar a su padre, madre, hermano o amigo, qué necesita en esos que pudieran ser sus últimos momentos, deben de aprovecharse y de tener las posibilidades, cumplir con las peticiones de la persona que se encuentra en una delicada condición.
 Cómo podemos ayudarles, preguntándoles, lo que necesiten, siendo más empáticos con ellos, que haya más comunicación, hay que recordar, que ésta es tal vez la oportunidad de estar en cercanía con ellos, de consentirlos, de apapacharlos, apoyarlos, quererlos, todo lo que se pueda, para bien de los dos, le vamos a ayudar al paciente a irse lo más tranquilo posible, es otra clave, tenemos que preguntarles, tenemos que abrir esa comunicación”.
Manifestó que el soltar los eventos que han sucedido en el pasado es lo más importante en muchas ocasiones para que las personas que atraviesan estos momentos tan difíciles, puedan quedarse sin remordimientos, sin temas que tratar, por lo que este tiempo puede ser una magnífica oportunidad de acercarnos nuevamente a todos aquellos que nos estiman o que estimamos.
 Es bien importante, poder estar a su lado, poder entender todos los factores que está sucediendo en lo que enfoca, a veces porque me refiero a la sociedad, porque me dejo llevar a lo que los médicos dicen, a lo que la familia dicen, todas las opiniones de todo mundo, y no le pregunto a mi familia, como se está sintiendo, que quiere, porque todavía tiene vida, todavía tiene voz, tiene voto, para decidir de qué manera está más cómodo, que es lo que quiere en realidad, que es lo que necesita, no lo que la familia cree que necesita”.
Esto en conjunto, según la tanatóloga, ayuda en los procesos de manera interna en los enfermos y también en las familias, tratando de manera regular estos temas y que se puedan tener en concreto las especificaciones de cuidados, estados de ánimo y cómo ven el panorama en el futuro, sin importar los pronósticos médicos.
Los temas principales deben de ser situaciones que molestan del pasado, miedo en los tratamientos y también el temor por el porvenir de sus familias cercanas, por lo que es primordial que todos estos puedan tocarse de manera abierta y con la sensibilidad de poder ayudar en todo lo que se pueda a lograr estos objetivos.
 Muchas veces, necesitan algo en específico, comentar, aclarar, solucionar y a veces ellos no lo pueden hacer, tenemos que recordar que están en un estado muy vulnerable y nosotros sí estamos, con salud, estamos en mejor posición para poder ir a auxiliarle, y hacer en lugar de ellos, todo lo que necesiten, esos pendientes, con alguna persona, platicar el poner cosas en orden, apenas la persona que está en ese proceso puede saber lo está pasando, que es lo que le preocupa y eso es bien importante”.
En los casos de tratamientos, ya que estos afectan la vida, debe de ser decisión del enfermo, a que se le informe lo que está sucediendo, a sus diagnósticos y que se establezca por medio del respeto y el cariño un sistema confiable de comunicación entre toda la familia.
Vivir el ahora y soltar es el poder tener una mejor actitud ante todo el tratamiento, si bien son difíciles y poco comunes, uno de los procesos que ayudan de manera importante, es hacer un resumen de sus vidas, de lo que ya no funcionar y de lo que se debe de hacer para poder obtener una paz duradera.  
 Debo vivir un día a la vez, este día, no enfocarme tanto casi en 10, 20 años, claro puedo tener planes, proyectos, pero parte del trabajo siempre, en cualquier situación de la tanatología, es vivir ahora y para poder vivir ahora, tenemos que soltar lo que traemos cargando, lo que está pasando, lo que ya nos afectó, en cierto punto y sin darme cuenta sigo trayendo, entonces no puedo hacer las paces ahorita conmigo, con mi enfermedad, con la vida, con los familiares, con el propósito, que sucedió esto o me sucedió y no como un castigo, sino como la enseñanza, parte de la enseñanza que la vida nos da, cada vez que pasamos por una dura situación”.

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