Regala conocimiento a través de libros

Por más de 10 años, la amante de la literatura Sandra Tapia ha compartido sus obligaciones profesionales y familiares, con la noble labor de compartir conocimiento, historias y fantasía a través de los libros, ahora este proyecto que se había detenido por motivos de la pandemia, ha resurgido en una nueva locación, con más espacio para todos sus visitantes.

La activista en favor de la lectura, relató que, desde muy pequeña en casa de sus padres en el estado de Jalisco, no había otra cosa que atesorara más que un libro y todo lo que esto conlleva, el placer de iniciarlo, el encontrarse con el disfrutable desarrollo y al finalizar, la conclusión que, en su gran mayoría, produce una sensación inigualable, sin embargo, comentó siempre trató de ir más allá.

Compartió que desde temprana edad, terminaba un libro y luego lo regalaba, conducta que de acuerdo a Sandra hasta cierto punto molestaba a sus padres, ya que las letras impresas aun en esta era digital, siempre han sido un artículo costoso, por lo que dice comprender el punto de vista de sus familiares, pero nunca pudo conformarse con esa forma de pensar y tras una vida, al cumplir 60 primaveras, decidió darse el gusto de poder compartir con todo mundo, propuestas escritas una publicación a la vez.

Mi tía nos mandaba a lavar la ropa a una como milpa, que mi tía le dijo que viviera porque era pobre entre los pobres, puede vivir aquí y vivir de lo que hay en la milpa pero no le puedo pagar, ya cuando terminamos de lavar, nos daban de comer en la milpa y el señor les leía, lo que daban en la iglesia, era lo único que tenía, todos los días, los leía como si fueran cuentos, que la primera lectura, que la segunda lectura todo eso, entonces yo dije, el día que yo pueda voy a hacer, regalar libros, pasaron muchos años, ya cuando cumplí los 60 dije yo, hay Sandra, si no lo haces ahorita nunca lo vas a hacer”, recordó Sandra.

Estimó que, en estos 10 años, ha regalado alrededor de 20 mil libros, muchos de estos a personas dentro de centros de rehabilitación, madres o padres que los utilizan para las lecturas de sus menores, o simplemente aquellos que se acercan por el disfrute de internarse entre las páginas.

Todo mundo me decía que nadie leía, que era imposible que se diera eso, encontré nuevos amigos, nuevos horizontes, como cuando abre una puerta, se abren muchas, he conocido a gente muy interesante, desde todos los aspectos, tengo al día más o menos he entregado alrededor de 20 mil libros en estos 10 años, pero claro que es con la cooperación de las personas”, expresó.

La dinámica en sencilla, al llegar al local ubicado en el segundo piso del edificio en el cruce de López Mateos y Vázquez, los interesados pueden consultar cualquier libro, y el intercambio generalmente es tomas un libro y dejas los que puedas, aunque tampoco se le niega a nadie que simplemente vaya a recoger los que le interesen sin costo alguno.