HERMOSILLO
Un hombre resultó con quemaduras de primero y segundo grado en el 40% de su cuerpo al explotar la panadería en la que trabaja, esto debido a una fuga de gas en las instalaciones en hechos que se dieron a las 7:40 horas en la colonia El Ranchito.
Jesús Antonio Pérez Parra, de 44 años, alcanzó a oler la fuga de gas que había en el pequeño local ubicado en la esquina de las calles Recursos Hidráulicos y Sanalona que apenas inició sus actividades el pasado lunes, pero no pudo escapar de la explosión.
De acuerdo a vecinas del lugar que le dieron los primeros auxilios, Pérez Parra presentaba quemaduras en brazos, espalda y tórax, por lo que lo primero que hicieron fue ayudarle a echarle agua a la ropa que todavía se quemaba.
“La ropa y él, si lleva todo esto ampollado ya porque nosotros le empezamos a echar agua, desde la cabeza hasta abajo, la espalda la lleva quemada, todos los brazos, sus piernas van poco quemadas también”, declaró María Antonieta Valdez, vendedora de tortillas, a quien el afectado le confesó que la noche anterior habían dejado abierto el tambo de gas.
Sobre la calle Sanalona quedaron pedazos de lo que era el marco de una puerta de aluminio y restos de papel cartulina, además de objetos que estaban dentro de la misma panadería, que afectó la puerta de cortina de una papelería que estaba a un lado.
El comandante de Bomberos de Hermosillo reportó que la explosión se generó por la fuga en una de las líneas que iba de un cilindro de gas de 45 kilos a un regulador, aunque también se detectó una más en la línea que iba de un regulador a un horno.
“Fue acumulación de gas, al parecer se hizo una maniobra para encender otro quemador que está conectado a un cilindro de diez kilogramos, esto ocasionó que se incendiara el gas acumulado”, explicó Rodolfo Barroso Herrera y Cairo.
Detalló que los tanques de gas no presentaron daños, por lo que se detectó la fuga en las roscas de la línea, la unión, que van al regulador de los aparatos usados para hornear el pan.
El efecto de la explosión, destacó Barroso Herrera y Cairo, causó un daño colateral en al menos diez viviendas que se quedaron sin vidrios de las ventanas, aunque hubo otros que quisieron agregar cuarteaduras al interior de sus viviendas.
La panadería, que tenía como nombre Don Chuy, tenía en su interior tres cilindros de gas, dos de ellos de 45 kilogramos y uno de 10, que generaron el siniestro, aunque los dueños del lugar aseguraron que el establecimiento todavía no estaba abierto al público.