Acusa al IMSS de negligencia por la muerte de su esposo

Agua Prieta.

‘No tengo rencor en mi alma contra ellos, sólo les pido que hagan más humana su labor’.
Como un servicio negligente calificó la atención que recibió en el hospital del Seguro Social de esta frontera, su esposo Miguel Ángel Cortez Guzmán de 40 años, cuya consecuencia derivó en su fallecimiento el pasado día 8 de este mes.
Así lo aseveró la señora Cecilia Yáñez hoy viuda de Cortez, con quien procreó cuatro hijos que hoy quedan en la orfandad.
Desde su casa en calle 28 y 29, avenida 13, de la colonia Pueblo Nuevo, y  con empleo como obrera de producción en la maquiladora Levolor, relató que ella salió a trabajar a la maquiladora y su esposo se quedó en casa esa mañana.
Agregó que platicó con su hija por teléfono a las 10 de la mañana, pero cuando su pequeño hijo regresó de la escuela, lo descubrió en malas condiciones de salud.
Comentó que con la ayuda de un vecino y a bordo de una ambulancia fue ingresado al hospital del Seguro Social.

NO LE ENCONTRABAN LA VENA
“Salí de la fábrica y cuando yo llegué a verlo, todavía no podían canalizarle la glucosa por la vena, hasta que llegó un enfermero y con mucha paciencia se la encontró y lo inyectó”, explicó.
En cuanto a lo que sucedió en su casa, ella estima que su esposo Miguel Ángel Cortez Guzmán, pudo sufrir un descenso en el nivel de glucosa.
Respecto de lo sucedido en el hospital del IMSS, dijo que prácticamente se lo dejaron a su cuidado y no estuvieron al pendiente de la evolución de su salud.
“Me lo dejaron prácticamente a mi y no lo estuvieron chocando como debieran y pasaron nueve horas sin hacer nada ellos… Yo siento que hubo negligencia médica aparte del mal trato que recibí de un enfermero que se llama Iván, en una palabra, no lo atendieron”, declaró.

SIN RENCOR SU ALMA
Lamenta que su esposo no lo hayan atendido y que tampoco pudiera despedirse de su familia, pero sin rencor en su alma, pidió a médicos y enfermeras que sean más humanos con los pacientes.
“Esta declaración la hago con el afán de que médicos y enfermeras se concienticen y hagan más humana su labor, porque no estudiaron para cobrar un cheque, sino para salvar vidas, aunque a mi ya no me van a devolver a mi esposo con vida”, concluyó.

---