Precisamente en las montañas Peloncillo, en la zona limítrofe entre Arizona y Nuevo México, agentes de la Patrulla Fronteriza, durante una operación de rutina, se encontraron con un grupo de personas que se movían con cautela entre los cerros. Estos agentes, expertos en el terreno montañoso y con una profunda familiaridad con la geografía, montaron a caballo, siguiendo las huellas que dejaba a su paso el grupo.
La búsqueda culminó con la detención de seis migrantes indocumentados. Según informes oficiales, el grupo estaba siendo guiado por un supuesto "pollero", una figura que se ha convertido en un elemento central en el lucrativo y peligroso negocio del tráfico humano. La detención se realizó sin incidentes mayores, aunque las condiciones climáticas y la naturaleza del terreno hicieron la operación particularmente exigente para los agentes.
Las identidades de los migrantes detenidos no han sido reveladas públicamente, en respeto a sus derechos y mientras se llevan a cabo los procesos legales correspondientes. Sin embargo, la situación destaca la persistencia de las rutas migratorias irregulares y los riesgos que conllevan para quienes buscan una vida mejor lejos de sus hogares. La investigación continúa para determinar la identidad del guía y el alcance de su red.