Brandon Aubrey salva a los Cowboys con gol de campo de 64 yardas

No era cualquier partido: era el clásico entre Dallas y los Giants, y el destino del juego pendía de sus botines.
"Eso es increíble", admitió Dak Prescott, el quarterback que, con una carrera de 14 yardas, colocó a su equipo en posición para el empate. Pero nadie en esa bancada dudaba. Aubrey, el hombre que llegó desde la USFL como una apuesta arriesgada, ya había demostrado que podía cambiar el rumbo de un partido con un solo golpe. Y así fue.
El domingo, en una jugada que quedará grabada en la memoria de los aficionados, Aubrey envió el balón a través de los postes desde 64 yardas, forzando el tiempo extra y eventualmente dándole a Dallas una victoria agónica de 40-37. Pero lo que más sorprende no es solo la hazaña, sino la consistencia con la que lo hace: 27 de 30 intentos desde más de 50 yardas, incluyendo dos en ese mismo partido. Los números hablan por sí solos.
Mientras los Cowboys se preparan para enfrentar a los Bears este domingo, la pregunta no es si Aubrey seguirá siendo clave, sino qué tan lejos podrá llevar su pierna derecha a este equipo. Con un récord que ya empata al de Tony Romo en victorias de último minuto, Prescott parece tener un nuevo aliado para seguir haciendo historia.
Lo que comenzó como un experimento ahora es una realidad: Brandon Aubrey no solo es el pateador más confiable de Dallas, sino uno de los más letales de la liga. Y eso, en la NFL, puede ser la diferencia entre la gloria y el olvido.