En Mesa, Arizona, la familia de Kathleen Palma se encuentra inmersa en una carrera contra el tiempo para ayudar a sus seres queridos afectados por el trágico incendio de Eaton en Altadena, California. El fuego arrasó con todo a su paso, dejando una estela de destrucción y desolación.
Su cuñada, Reina, y el prometido de esta, Alex, residentes de Altadena por una década, lo perdieron todo. “Es todo tan increíble,” comenta Kathleen, aún conmocionada por la magnitud de la tragedia. La pareja logró escapar con vida, pero su hogar, lleno de recuerdos de una vida en común, se convirtió en cenizas. “La oficina de correos, la comisaría, todas las casas… Todo ha desaparecido,” relata Kathleen, citando las palabras de su cuñada.
La situación se agrava aún más al considerar las circunstancias previas. Reina es una sobreviviente de cáncer de mama y, para empeorar las cosas, recientemente perdió a su madre. Todas las pertenencias de su madre también fueron consumidas por las llamas. El incendio no solo destruyó su vivienda, sino también la posibilidad de arrancar una nueva vida juntos en un lugar que ya era su hogar.
El escape fue dramático. “Cuando llegó el momento de la evacuación total, volvieron a buscar su coche y las ventanas estallaron en llamas. Ella se envolvió las manos con su sudadera con capucha, se puso una N95 y sacó su coche, que estaba medio derretido y en llamas, de allí,” describe Kathleen, enfatizando la desesperación del momento. El trauma de conducir entre el caos y las llamas, sabiendo que todo lo que tenían se había perdido, es algo que les acompañará por mucho tiempo. Aun más de una semana después, las autoridades no permiten el regreso a la zona afectada.
La familia se enfrenta a un futuro incierto. “Necesitan todo y no saben por dónde empezar y, por supuesto, ni siquiera se puede empezar hasta que no se tiene un lugar donde aterrizar. Así que realmente están empezando desde cero y están devastados,” concluye Kathleen, reflejando la profunda desesperación de la situación. La reconstrucción de sus vidas requiere un esfuerzo monumental, tanto material como emocional.
Ante esta adversidad, la familia de Kathleen ha iniciado una recaudación de fondos para apoyar a Reina y Alex en este arduo proceso de comenzar de nuevo. La ayuda es fundamental para ofrecerles la estabilidad necesaria para superar este momento tan difícil.