Médico suspendido en Arizona vende $2M desde casa tras escándalo de opioides
![like image](/assets/like.webp)
El foco de atención se centra en el caso del Dr. Steve Fanto, un médico con una trayectoria de 24 años especializado en manejo del dolor, cuya licencia fue suspendida en 2017. A pesar de ello, Arizona’s Family Investigates encontró varias reseñas en línea, algunas de ellas recientes, que alaban su trabajo. Más aún, su consultorio, Absolute Rehabilitation and Pain Management, mantiene una lista de espera de cinco semanas, con una nueva enfermera practicante. La investigación revela que el Dr. Fanto, a pesar de su suspensión, logró adquirir una casa de casi $2 millones de dólares en Scottsdale.
La investigación profundiza en la conexión del Dr. Fanto con un caso de 2017, donde la Fiscalía General de Arizona lo demandó junto a otros médicos y a la compañía Insys Therapeutics. La demanda los acusa de recibir pagos encubiertos ("sham speaker fees") a cambio de recetar Subsys, un aerosol de fentanilo altamente adictivo. Se alega que las recetas de Fanto representaron el 75% de las ventas de Subsys en Arizona. El Dr. Fanto llegó a un acuerdo con el estado pagando más de $400,000 dólares.
Este caso no es aislado. Arizona’s Family Investigates analizó 36 casos similares desde 2018, encontrando patrones preocupantes: profesionales bajo los efectos de sustancias durante su jornada laboral, desvíos de medicamentos que alimentaron "fábricas de pastillas", y farmacias que se negaban a surtir recetas de ciertos médicos. Lisa McGiffert, de la Patient Safety Action Network, lo define como un problema mayor: "Hay demasiado secretismo sobre estos profesionales. Ponemos nuestras vidas en sus manos."
La DEA investiga estos casos, pero solo 5 de los 36 analizados resultaron en cargos criminales. Cheri Oz, agente especial a cargo de la oficina de la DEA en Phoenix, explica que, "a veces no hay suficiente evidencia de comportamiento criminal, aunque sí hayan errores médicos".
El estado ha implementado medidas de supervisión adicionales, incluyendo el Programa de Monitoreo de Recetas. Sin embargo, Kan Gandhi, director ejecutivo de la Junta Estatal de Farmacia, destaca que solo se señala a un pequeño porcentaje de proveedores, debido a la subjetividad de algunos casos y la renuencia de la Junta Médica de Arizona a tomar acciones drásticas contra sus miembros, compuesta mayoritariamente por médicos.
La Junta Médica de Arizona, cuya información pública es limitada por ley, confirmó que el Dr. Fanto tiene una solicitud pendiente para recuperar su licencia, después de una audiencia en la que admitió sus errores. La Junta le impuso una censura formal, aunque el sitio web de la Junta no menciona el acuerdo extrajudicial ni las demandas por negligencia médica.
La enfermera practicante en el consultorio del Dr. Fanto tiene licencia vigente y sin sanciones. Su falta de experiencia en manejo del dolor, aunque legal en el estado, añade otra capa de complejidad a esta situación.