Madre asesina de sus hijas se suicida en prisión de Phoenix

El Departamento de Correcciones de Arizona informó el pasado viernes el fallecimiento de Retta Cruse, de 38 años. Cruse, recluida en la prisión de Perryville en Goodyear, Arizona, fue encontrada inconsciente en su celda, víctima de un aparente suicidio por ahorcamiento. El personal penitenciario intentó reanimarla hasta la llegada de paramédicos, pero lamentablemente, fue declarada muerta.
Su historia, sin embargo, trasciende la simple estadística de una muerte en prisión. Cruse cumplía una condena por dos cargos de asesinato en primer grado, un caso que conmocionó a la comunidad de Phoenix en 2021. Las víctimas: sus propias hijas, Royal McIntyre de 4 años y Aleyah McIntyre de 9.
El 8 de septiembre de 2021, las pequeñas fueron halladas sin vida en su cama en una residencia ubicada cerca de la calle 13 y Mountain View Road. Según los documentos judiciales, Cruse fue encontrada barricada en una habitación con heridas autoinfligidas por arma blanca. La investigación determinó que la madre había utilizado una mezcla de medicamentos recetados y de venta libre para sedar y provocar una sobredosis en sus hijas. Fue arrestada el 14 de septiembre de 2021, tras recibir tratamiento médico por sus heridas.
Ahora, la muerte de Cruse está siendo investigada por la Oficina del Médico Forense del Condado de Maricopa. Este caso, cargado de tragedia y preguntas sin respuesta, deja una huella imborrable en quienes lo conocieron y en la sociedad en general. La investigación permitirá esclarecer las circunstancias de su fallecimiento, dejando abiertas interrogantes sobre la salud mental de la reclusa y las posibles fallas en el sistema carcelario que pudieron haber contribuido a este desenlace.