Muerte por negligencia médica en centro de detención de migrantes de Arizona

Un nuevo informe del Project on Government Oversight (POGO) detalla la muerte de un hombre etíope de 45 años en el Centro de Detención de Eloy, Arizona. Este centro, operado por la empresa privada CoreCivic, ha sido criticado repetidamente por defensores de los derechos de los inmigrantes debido a las numerosas muertes y a la presunta negligencia médica.
Según el reporte, el hombre falleció en enero pasado después de cinco meses detenido por ICE. Sufría de VIH y tuberculosis, ambas enfermedades sin tratamiento adecuado durante su reclusión. El informe médico forense indica que murió a causa de infecciones severas relacionadas con el VIH no tratado. Para el momento de su muerte, había perdido el 20% de su peso corporal y se encontraba en estado crítico. "Era un hombre gravemente enfermo," declaró el Dr. Chris Beyrer, director del Duke Global Health Institute. "Es difícil imaginar que nadie notara su rápido deterioro."
El informe de POGO revela que, aunque el hombre recibió atención médica por dolor de espalda en varias ocasiones, no hay registro de tratamientos para el VIH o la tuberculosis antes de una visita de emergencia poco antes de su muerte. La falta de pruebas de rutina, como un simple conteo de CD4, pudo haber detectado el VIH de forma inmediata. Expertos como el profesor Perry Halkitis de Rutgers, señalan la gravedad de la omisión: "¿Creen que si su abuelo fuera al médico cuatro meses seguidos, cada vez más delgado y débil, no le harían pruebas?"
La muerte de este hombre no es un caso aislado. El informe de POGO, y otros anteriores de grupos de derechos humanos, documentan múltiples casos de personas con VIH en custodia de ICE que fueron privadas de la atención médica necesaria. Un informe del año pasado, enfocado en el maltrato a detenidos LGBTQ+, encontró que 13 de 17 personas con VIH encuestadas reportaron denegación de atención médica, y 28 de 41 reportaron atención médica inadecuada. La alta contagiosidad de la tuberculosis, también presente en este caso, plantea preocupaciones sobre riesgos para la salud pública dentro de los centros de detención.
Mientras ICE afirma estar "comprometida con la salud, el bienestar y la seguridad de quienes están bajo su custodia," la situación en el Centro de Detención de Eloy, y la proliferación de casos similares, generan dudas sobre la efectividad de estas afirmaciones y la necesidad de una investigación exhaustiva y acciones correctivas para prevenir futuras tragedias.