Marcha en Tucson, Arizona, contra Trump y Musk: miles protestan por derechos laborales

Más de mil personas, representantes de veinte sindicatos y organizaciones diferentes, se congregaron frente a la Iglesia Presbiteriana del Sur. Entre ellos, una figura destacada: Adelita Grijalva, ex supervisora del Condado de Pima, quien expresó su preocupación por lo que ella llamó “un atropello a nuestros derechos, un pisoteo de nuestras leyes y un intento de anular protocolos y procedimientos establecidos con un simple golpe de pluma.”
El blanco de sus protestas: la administración Trump y el multimillonario Elon Musk. Las críticas se centraron en varios puntos álgidos: la aplicación de las leyes migratorias, los recortes del gobierno federal y la violación de los derechos sindicales. Este último punto resonó especialmente entre los educadores de la Asociación de Educación de Tucson.
Gina Santos, miembro de una unión, explicó la importancia de estos colectivos: “Los sindicatos están aquí para ayudar a cada comunidad. Abrazamos los derechos trans, los derechos de los inmigrantes, los derechos de los trabajadores y la justicia social. Hay que apoyar a los sindicatos porque los sindicatos apoyan todo.” Santos denunció que la administración Trump ha estado “reduciendo o impidiendo que los trabajadores sindicales federales negocien. Es solo otro paso en la dirección equivocada.”
Sin embargo, no todos compartían esta visión. Kathleen Winn, presidenta del Partido Republicano del Condado de Pima, defendió la situación de Arizona como un estado sin fuertes sindicatos laborales, argumentando que “los productos se fabrican en Arizona porque no tenemos esos sindicatos, y el costo de los bienes es menor. Si quieres producir un producto por debajo del presupuesto, Arizona es un excelente lugar para hacerlo.” Winn justificó los recortes del gobierno federal como necesarios, afirmando que “el gobierno se ha vuelto demasiado grande y nunca debería ser el mayor empleador.”
Mientras tanto, Grijalva advertía sobre el peligro que representa la administración Trump para la fuerza laboral federal: “Lo vemos con los trabajadores, nuestros trabajadores federales. Lo vemos con los convenios laborales sindicales que se están desechando, lo vemos con los contratos que se acordaron y luego lo vemos con nuestra comunidad inmigrante: una falta general de debido proceso.” La marcha del Primero de Mayo buscaba, precisamente, arrojar luz sobre esta situación.
La jornada terminó con la misma intensidad con la que comenzó, dejando un eco de reclamos y preocupaciones en las calles de Tucson. Un reflejo de las complejidades de un momento histórico.