Según una declaración presentada ante el tribunal por Jennifer B. Maisel, abogada del periódico, los ingenieros de OpenAI borraron datos que el equipo del Times había pasado más de 150 horas extrayendo como posibles pruebas. Aunque OpenAI fue capaz de recuperar gran parte de los datos, todavía faltan los nombres de los archivos originales y la estructura de las carpetas.
Esto significa que la información "no puede utilizarse para determinar dónde pueden haberse incorporado los artículos copiados de los demandantes" a los modelos de inteligencia artificial de OpenAI, según la declaración de Maisel. "No estamos de acuerdo con las caracterizaciones realizadas y presentaremos nuestra respuesta en breve", declaró Jason Deutrom, portavoz de OpenAI.
La demanda de The New York Times contra OpenAI y Microsoft se centra en la alegación de que las empresas han utilizado ilegalmente sus artículos para entrenar herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT. El caso es uno de los muchos que se están llevando a cabo en los tribunales entre las empresas de IA y los editores.
Entre los detalles clave del caso se encuentran:
- La creación de un "sandbox" (un entorno controlado donde se pueden probar archivos) por parte de OpenAI para que los abogados del Times puedan examinar sus datos de entrenamiento.
- La alegación de que los ingenieros de OpenAI borraron datos importantes y que la información restaurada estaba demasiado desorganizada.
- La solicitud de Microsoft para que The New York Times entregue todos los documentos relacionados con su propio uso de la IA generativa.