El descubrimiento de 3C 273: la puerta a la comprensión de los cuásares
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Esta fuente de luz, que brilla con la intensidad de billones de soles, se encuentra a más de dos mil millones de años luz de distancia.
En la década de 1960, el astrónomo Maarten Schmidt estudió 3C 273 después de notar sus poderosas emisiones de radio. A través del telescopio más avanzado de la época, parecía una estrella, pero su luz exhibía características extrañas. La expansión del universo había estirado su luz hacia longitudes de onda rojas, un fenómeno conocido como desplazamiento al rojo cosmológico. Esto colocó a 3C 273 a una distancia asombrosa de 2,5 mil millones de años luz, demasiado lejana para ser una estrella ordinaria.
El descubrimiento de Schmidt introdujo una nueva clase de objetos: los cuásares, o objetos cuasiestelares. Su inmensa luminosidad y producción de energía eran como nada visto antes, lo que desafió nuestra comprensión del cosmos. Sin embargo, ahora sabemos que la realidad es la opuesta. Los cuásares están alimentados por agujeros negros supermasivos que consumen vorazmente el material circundante.
Las observaciones recientes utilizando el Telescopio Espacial Hubble han proporcionado nuevas perspectivas sobre los cuásares. La imagen nítida de Hubble ha capturado estructuras inusuales dentro de los 16.000 años luz del agujero negro de 3C 273, incluyendo filamentos, lóbulos y una formación en forma de L misteriosa. Algunos de estos pueden ser restos de pequeñas galaxias satélites que caen en el agujero negro, que tiene una masa de casi 900 millones de soles.
Con al menos un millón de cuásares dispersos en el cielo, estos objetos brillantes siguen siendo un área vital de estudio. Todo comenzó con 3C 273, el primer cuásar descubierto, que abrió una puerta a la comprensión de los fenómenos más energéticos del universo.
La imagen de Hubble de 3C 273, tomada con el instrumento STIS, muestra una estructura filamentaria azul cerca del agujero negro. El jet extragaláctico es aún visible. La imagen es un ejemplo de cómo Hubble puede servir como un coronógrafo para bloquear la luz de fuentes centrales, permitiendo a los astrónomos estudiar los detalles de los cuásares.
Los científicos han ganado una visión inusual del jet extragaláctico de 3C 273, que se extiende a lo largo de 300.000 años luz. Al comparar los datos de STIS con imágenes archivadas de 22 años de separación, el equipo liderado por Bin Ren concluyó que el jet se mueve más rápido cuando está más lejos del agujero negro supermasivo.
Con la ayuda de Hubble, los científicos pueden entender mejor la morfología de los cuásares y las interacciones galácticas. En el futuro, la observación de 3C 273 en luz infrarroja con el Telescopio Espacial James Webb podría proporcionar más pistas sobre la naturaleza de estos objetos misteriosos.