La tensión se palpa en el aire desde que Donald Trump, en declaraciones a la prensa durante un vuelo a Florida, confirmó estar en conversaciones para la compra de TikTok. Aunque inicialmente se manejaba la posibilidad de una alianza con Oracle, el ex presidente dejó entrever un panorama más amplio, afirmando: "No, no con Oracle. Numerosas personas, gente muy importante, me están hablando de comprarlo y probablemente tomaré esa decisión en los próximos 30 días."
Detrás de esta aparente ligereza presidencial, se esconde una compleja estrategia. Fuentes cercanas a la negociación revelan que la administración Trump trabaja en un plan para "salvar" TikTok, que involucra a Oracle y un grupo de inversionistas externos para asumir el control de las operaciones. ByteDance, la empresa china dueña de TikTok, retendría una participación, pero el control de la recolección de datos y las actualizaciones de software recaería en Oracle, proveedor de la infraestructura web de la plataforma.
Sin embargo, las aguas se enturbian. Si bien se menciona la posible participación de inversionistas estadounidenses de ByteDance como Susquehanna International Group, General Atlantic, Kohlberg Kravis Roberts (KKR) y Sequoia Capital, se descarta la inclusión de otros aspirantes a la compra, incluyendo el grupo liderado por el multimillonario Frank McCourt y otro que involucra a la estrella de YouTube, MrBeast (Jimmy Donaldson).
La responsabilidad de Oracle en este acuerdo se centra en disipar las preocupaciones de seguridad nacional. Cabe recordar el acuerdo previo entre TikTok y Oracle en 2022 para almacenar la información de los usuarios estadounidenses. De concretarse este nuevo acuerdo, la administración de TikTok se mantendría intacta.
El panorama financiero es nebuloso. Se habla de una participación de Oracle en los "decenas de miles de millones", pero el resto del acuerdo se encuentra en constante evolución. El mismo Trump ha expresado su deseo de una participación estadounidense del 50% en una empresa conjunta. La presión del Congreso, en busca de apaciguar las preocupaciones por la libertad de expresión, se perfila como un obstáculo considerable.
Mientras tanto, TikTok, con sus 170 millones de usuarios estadounidenses, se mantiene en el ojo del huracán, un símbolo de las tensiones geopolíticas en la era digital. El futuro de la app, y el papel de Oracle, aún están por definirse. La incertidumbre, reina suprema.