Guardianes de Cleveland sufren colapso histórico tras épica remontada

Dillon Dingler, un joven receptor de Ohio, se convirtió en el verdugo al conectar un jonrón solitario que desató la ofensiva de Detroit en la sexta entrada.
"Recordaré los buenos momentos del año, no lo que pasó hoy", confesó Steven Kwan, jardinero estrella de Cleveland, mientras recogía sus pertenencias en un vestuario que olía a derrota. Sus palabras escondían la frustración de un equipo que, tras superar un déficit de 15.5 juegos en julio, no pudo llevar ese impulso a octubre.
Los números no mienten:
El bullpen, otrora fortaleza del equipo, mostró grietas al final. Erik Sabrowski y Hunter Gaddis, normalmente confiables, permitieron cuatro carreras clave en la séptima entrada del partido decisivo. La ausencia de Emmanuel Clase, suspendido por la investigación de apuestas, pesó como una losa en momentos críticos.
En el otro dugout, el manager de Detroit A.J. Hinch no ocultó su satisfacción: "No tuvieron a nadie que pudiera lanzar tres días seguidos como nosotros. En algún momento, la intensidad te alcanza". Sus palabras resonaban como un eco de lo que pudo ser y no fue para Cleveland.
Mientras las luces del estadio se apagaban, quedaba la pregunta que nadie en la organización quiere responder públicamente: ¿Es suficiente con lo que tienen, o necesitan reforzarse para romper una sequía de Series Mundiales que ya cumple 76 años?