Niños de 7 años entre los responsables de ciberataques en escuelas

Lo que comienza como un "juego" o un reto entre compañeros, puede escalar hasta comprometer datos sensibles de miles de personas.
En los últimos dos años, el ICO ha documentado 215 brechas de seguridad originadas dentro de instituciones educativas. De estos casos, el 57% fueron ejecutados por menores de edad, mientras que el resto involucró a personal docente, proveedores externos u otros actores con acceso privilegiado. Los métodos van desde adivinar contraseñas hasta el uso de herramientas de hacking descargadas de internet.
Este fenómeno se vincula con una subcultura global de cibercrimen juvenil, donde bandas de adolescentes angloparlantes han atacado empresas como MGM Grand, Transport for London y Marks & Spencer. Aunque el ICO no detalla sanciones, enfatiza que las instituciones educativas subestiman la "amenaza interna" que representan sus propios alumnos.
Mientras las aulas se digitalizan, la línea entre curiosidad tecnológica y delito se vuelve difusa. El caso del niño de primaria referido a rehabilitación cibernética ilustra cómo el problema permea incluso en educación básica. Sin protocolos claros, las escuelas podrían convertirse en campos de prueba para futuros ciberdelincuentes.