Cuervos y Delfines disputan supremacía

BALTIMORE, Md
Lamar Jackson consolidó su candidatura a Jugador Más Valioso la semana pasada, al dejar claro que puede mover el balón ante las mejores defensivas de la NFL. Ahora, él y los Cuervos buscarán demostrar que también pueden seguirle el paso a uno de los ataques más vertiginosos de toda la liga.
La supremacía de la Conferencia Americana depende de ello.
Con su actuación de dos pases de touchdown ante San Francisco, Jackson — de apenas 26 años — se colocó en una posición inmejorable en la búsqueda de convertirse en apenas el décimo quarterback con múltiples premios de MVP. Un triunfo el domingo ante Miami sellaría el trato y garantizaría que los playoffs de la AFC pasen irremediablemente por Baltimore
Ahora, la misión es enfrentar a unos Delfines que vienen de dar su propio golpe sobre la mesa ante Dallas. Su primer triunfo contra un rival con registro positivo bastó para disipar dudas y demostrar que la mejor ofensiva de la NFL puede hacer frente a cualquier enemigo. El domingo, sin embargo, tendrán su examen final.

Los Cuervos llegan al encuentro no sólo equipados con Jackson y un portentoso ataque terrestre, sino también con la mejor defensiva de toda la NFL, la cual admite apenas 16,3 puntos por encuentro, y ha robado 11 balones durante su racha actual de cuatro victorias.
Pero los Delfines lucen preparados para el desafío. Miami ha firmado actuaciones de al menos 30 puntos en ocho partidos esta temporada, incluidos sus dos más recientes fuera de casa. Además, la historia está de su lado. Las únicas dos ocasiones en que el equipo ha finalizado la temporada regular como el mejor ataque en puntos y yardas de la NFL, su calendario se extendió hasta el Super Bowl.

Bengalíes urgidos
Los protagonistas de las últimas dos finales de la Conferencia Americana llegan al encuentro del domingo con un sentido de urgencia y con todas las alarmas activadas.
Los vigentes campeones Jefes ratificaron el mal estado de su ataque con una derrota sorpresiva en casa ante los Raiders, un encuentro en el que simplemente fueron dominados a pesar de que su defensiva no permitió un pase completo después del primer cuarto.
Si Kansas City está en posición de asegurar un octavo título divisional consecutivo es gracias a la segunda mejor defensiva de la NFL con 17,6 puntos por encuentro. En contraste, si los Jefes están en posición de sufrir un colapso monumental es debido a una ofensiva que ha quedado expuesta con tres derrotas en sus últimos cuatro compromisos.

Cincinnati, por su parte, perdió todo el ímpetu que había generado con el inexperto Jake Browning al frente de una ofensiva que había sido capaz de ser contrapeso a la segunda peor defensiva en yardas de la NFL. Pero la debacle en Pittsburgh no sólo les costó el encuentro, sino el control sobre su destino. La situación no se pone más fácil con su viaje a Kansas City.
Los Jefes, otrora indomables, no han conseguido más de 20 puntos en ninguna de sus seis derrotas de la temporada. Patrick Mahomes ha tenido problemas para hacerles llegar el balón a sus compañeros — 14 intercepciones, una marca personal — y cuando lo hace, ellos no han sido capaces de afianzar el balón.
Encabezan la NFL, al dejar caer 39 pases.
Ambos equipos tienen mucho que resolver y muy poco tiempo para hacerlo.

Acereros vs Halcones Marinos
Acereros y Halcones Marinos se encontrarán el domingo en momentos diametralmente opuestos. Por un lado, Seattle tiene al alcance su quinto boleto a playoffs en las últimas seis temporadas. Por el otro, Pittsburgh lucha para mantenerse con vida en una Conferencia Americana sin margen de error.
Sin embargo, estos dos equipos tienen una cosa en común: La inconsistencia.

Seattle ha ganado sus últimos dos encuentros luego de una racha de cuatro derrotas. Ha anotado al menos 29 puntos cuatro veces en el calendario, y 13 o menos en igual número de ocasiones.
Pittsburgh, por su parte, rebasó la barrera de los 18 tantos por primera vez en cinco partidos, y lo hizo de la mano de su tercer quarterback, Mason Rudolph, quien sería nuevamente titular en sustitución del lesionado Kenny Pickett.