Un trágico suceso conmocionó a la comunidad del condado de Chester, Pensilvania, Estados Unidos, Roger Hanks, un hombre de 76 años, ha sido formalmente acusado de asesinato en primer grado, junto con otros cargos, luego del devastador tiroteo que cobró las vidas de su esposa, Judith Hanks, de 75 años, y su hija, Emily Hanks, de 37 años.
El fatídico incidente tuvo lugar durante la tarde, cuando las autoridades recibieron una llamada de emergencia que los condujo a la residencia de los Hanks. Al llegar al lugar, se encontraron con la escena desgarradora: ambas mujeres habían sido fatalmente heridas por disparos de arma de fuego. Roger Hanks se encontraba dentro del garaje de la residencia y se realizó su detención inmediata.
De acuerdo con los documentos presentados como parte de la acusación, se revela un escalofriante relato de los eventos que condujeron al tiroteo. Supuestamente, durante una discusión con su esposa mientras limpiaba su arma de fuego, Hanks habría proferido amenazas, advirtiéndole sobre la posibilidad de que el arma se disparara.
Hanks habría apuntado el arma hacia su esposa en un gesto amenazante antes de abrir fuego, seguido por el trágico destino de su hija Emily. Además, se ha informado que Hanks admitió haber consumido bebidas alcohólicas ese mismo día, lo que plantea interrogantes sobre el posible papel que el alcohol pudo haber desempeñado en el desencadenamiento de los trágicos eventos.
En la escena del crimen, la policía encontró el arma presuntamente utilizada en el tiroteo, así como dos casquillos percutidos, evidencia que refuerza las acusaciones presentadas contra Hanks. El suceso ha dejado una profunda impresión en la comunidad local. Las preguntas sobre los motivos detrás de este acto atroz y la búsqueda de justicia para las víctimas continuarán mientras el sistema legal avanza en este proceso judicial.