HERMOSILLO
Luego de un fallido experimento hace dos décadas, la Serie del Caribe podría regresar al sur de Florida. Las ediciones de 1990 y 1991 se jugaron en Miami, la primera de ellas en el Orange Bowl y la segunda en el estadio Bobby Maduro. Ayer, el presidente de la Confederación del Caribe, Juan Francisco Puello Herrera, dijo que están en pláticas para que dicho torneo vuelva a jugarse en esa sede, a mediano plazo.
“Estamos trabajando seriamente en esto, yo voy a viajar a Miami en abril y vamos a ver ese tema porque ya se contactó con la oficina de los Marlins”, expresó Puello Herrera al ser entrevistado en el hotel donde se hospeda en esta ciudad.
Las Series del Caribe fueron un rotundo fracaso en los dos intentos anteriores, sobre todo porque el primer evento jugado en el Orange Bowl –estadio de futbol americano que fue la casa de los Marlins—y al siguiente año lo hicieron en una zona muy peligrosa por la inseguridad.
“Yo viví esas series como Presidente de la Liga Dominicana y nosotros tuvimos ganancias gracias al promotor venezolano Carlos Izábal. Lo que pudiera pasar es que la Serie del Caribe vuelva en los próximos años a Miami, de hecho estamos haciendo gestiones para que esto sea una realidad. Pudiera ser que tomara el lugar de alguna sede o fuera una quinta sede”, abundó el directivo.
Puello Herrera dijo lo anterior cuando el reportero lo cuestionó el por qué no se hace permanente como sede a México, ya que en los medios ha trascendido que hay pérdidas económicas cuando se celebran en el Caribe.
“En ninguna parte del Caribe ha habido pérdidas”, dijo Puello de forma contundente. “La Serie del Caribe desde 1991 ha tenido puras ganancias. Ahora, hay países que ganan más que otros, pero en todas las sedes ninguna ha tenido pérdidas. Aquí no hay nada que esconder, es un libro abierto”.