CHARLOTTE, CN
El irlandés se impone al terreno mojado de Carolina del Norte.
Por todo lo que se habló sobre el estado del campo, el palo más importante de Rory McIlroy fue su driver el jueves al arranque del torneo de Carolina del Norte.
McIlroy mantuvo la pelota en juego en Quail Hollow y se generó muchas oportunidades de birdie en una tarde nublada. Logró seis birdies en una serie de siete hoyos y terminó con un birdie con un golpe a 2,4 metros (ocho pies) de distancia para firmar tarjeta de 67 golpes, cinco bajo par, para compartir el liderato con otros seis jugadores.
Fue la primera vez este año en que McIlroy ha asumido el liderato después de cualquier ronda, y la primera ocasión que él termina bajo par la primera ronda.
“Ahora que siento que estoy golpeando bien, este es el tipo de golf que espero jugar”, dijo McIlroy.
Nick Watney, Ryan Moore, Robert Garrigus y el novato de la gira PGA Derek Ernst terminaron también en 67 golpes por la mañana. Daniel Summerhays y Nate Smith se sumaron a McIlroy al firmar tarjetas de 67 por la tarde.
Phil Mickelson y Lucas Glover se encontraban en una larga lista de jugadores con 68, y Jordan Spieth, de 19 años, terminó en otro gran grupo con 69 golpes.
De lo que más se habló antes del inicio del torneo de Carolina del Norte fue la forma de los greens. El césped de dos de las superficies para putting tuvo que ser reemplazado por completo hace apenas una semana —el césped del hoyo 10 tuvo que ser cambiado dos veces— y los otros greens presentaron irregularidades. Algunos tenían horribles parches color café donde faltaba el césped.
Pero no estaban tan mal como los jugadores esperaban, y pocas personas del público se quejaron, principalmente porque Quail Hollow suele estar en perfectas condiciones y los jugadores estuvieron dispuestos a aceptar sus condiciones como resultado de un año inusualmente malo.