Bills dominan a Jets con Allen herido pero implacable en la victoria

Josh Allen, el quarterback de Buffalo, tuvo que salir brevemente del campo tras un golpe en la cara que le provocó una hemorragia nasal. "Fue un impacto directo, pero sabía que no podía quedarme fuera mucho tiempo", comentaría después. A pesar del susto inicial, Allen regresó con un tapón de gasa en la nariz y siguió dirigiendo a su equipo con la frialdad que lo caracteriza.
Mientras tanto, James Cook se convirtió en la pesadilla de la defensa de los Jets. Con 132 yardas corridas y dos anotaciones, el running back fue clave para mantener el ritmo ofensivo. No hubo necesidad de remontadas dramáticas como la semana pasada contra Baltimore; esta vez, el control fue total desde el inicio.
Con este resultado, los Bills mantienen su racha perfecta (2-0), mientras que los Jets, bajo el mando del nuevo entrenador Aaron Glenn, siguen sin conocer la victoria. La próxima semana pondrán a prueba su capacidad de reacción, pero por ahora, el mensaje es claro: Buffalo no da tregua.