B. AIRES, ARG
‘Encontré mi camino en el boxeo, soñé desde el comienzo con Las Vegas: Martínez.
La esquina de Irigoyen y Garibaldi, apenas a cuatro cuadras de la estación de trenes de Quilmes, no solamente está en una zona neurálgica. Está, a pesar de la noche calurosa y agobiante, llena de brillo y excitación. Y no es para menos, porque ha vuelto Sergio Gabriel Martínez, más conocido por Maravilla. Y ha llegado desde Madrid, en donde vive, para inaugurar un gimnasio que lleva su nombre.
El gimnasio nació en noviembre, pero se inauguró oficialmente este lunes 23 de diciembre, con el regreso de Maravilla Martínez al país. Su tío Carlos (56) está al frente de la parte técnica, Charly Diez de la preparación física, el doctor Alejandro Teiden de los aspectos legales y de mantenimiento vario y el hermano de Sergio, Sebastián es el supervisor general. Son 500 metros cuadrados en dos plantas. En la superior, un ring de entrenamiento que prácticamente da a la calle (“La mejor de las promociones”, afirma Carlos Paniagua, hermano de la madre de Sergio).
Abajo, 8 bolsas, 4 planos fijos para practicar golpes contra la pared atraídos especialmente de España por Sergio-, 5 bicicletas, y entre muchos otros elementos, 2 bancos planos para ejercicios de fuerza. “Ya tenemos 170 socios y eso que no ha habido gran publicidad hasta ahora, imaginen lo que se viene con la presencia de Sergio y esta inauguración oficial. Estamos trabajando de 14 a 22 por ahora, pero en febrero ya iremos también por las mañanas...”, dice Carlos Paniagua.
Pero, claro, el protagonista central fue Sergio Martínez quien, ante más de un centenar de personas -periodistas, amigos, curiosos y admiradores- dejó una serie de frases que aquí están...
“Yo jugaba al fútbol en Claypole cuando era chico, pero no era bueno, no tenía grandes condiciones, pero eso sí: siempre tuve actitud, siempre entrené a fondo y siempre soñé con lo más grande. Sin actitud no se puede. Cuando encontré mi camino en el boxeo, soñé desde el comienzo con Las Vegas”.