Barsa tiene duro grupo

MONACO.
Enfrentará al Manchester City como parte de la eliminatoria.
Habrá que volver a rizar el rizo para volver a aspirar a la Champions League. Barcelona quedó encuadrado en el grupo de la muerte tras el sorteo de la fase de grupos de la competición continental europea y se jugará el pase a octavos de final con el Manchester City de Pep Guardiola, el Borussia Mönchengladbach que vio nacer futbolísticamente a Marc-André Ter Stegen y al Celtic de Glasgow. Sin embargo, para todos ellos, y para la mayoría de equipos de la competición, el cuadro azulgrana es uno de los rivales más temibles del continente.
De hecho, no había en el bombo 2 ningún equipo tan fuerte como el que dirige Guardiola, con permiso del Atlético de Madrid -que no podía tocarle al Barcelona al competir en el mismo campeonato doméstico-. De todas formas, el entrenador que le dio al conjunto catalán su primer triplete en 2009 no fue capaz de eliminar a los azulgrana en la única vez que se midió a ellos, hace dos años como técnico de Bayern Munich, aunque ganó el partido que disputó como local. El City, además, tampoco ha superado nunca al conjunto blaugrana, que ya lo derrotó en el triplete de hace dos años, el que logró Luis Enrique Martínez en su primera temporada.
Tampoco en el bombo 3 había equipos -a priori- más potentes que el Gladbach, otro hueso duro de roer, pese a que la mayor estrella que ha producido recientemente, Marc-André Ter Stegen, es ya titular indiscutible en Barcelona, dos años después de abandonar Alemania. Será la primera vez que el arquero regrese a la que fue su casa y lo hará por la puerta grande tras la reciente salida de Claudio Bravo.
Y qué decir del Celtic, un viejo conocido de la afición barcelonista y que ya fue capaz de eliminar al cuadro azulgrana en la Copa UEFA de 2004 en el primer año de Frank Rijkaard en el club catalán. No es un rival particularmente fuerte, pero era uno de los más sólidos del bombo 4.
Aunque es el rival a vencer por todos los demás integrantes del grupo, Barcelona sabe que no podrá bajar la guardia contra ninguno de sus rivales. Lo admitieron tanto Luis Suárez como Gerard Piqué recientemente: “Siempre somos favoritos”. Ha llegado la hora de volver a demostrarlo.