El infielder de los Nacionales de Washington, Ryan Zimmermann, preguntó hace días si ’en realidad era tan importante regresar a jugar beisbol este año?’ Y es que con la situación sanitaria actual en el mundo, parece una jalada de greñas que las Grandes Ligas busquen la manera de abrir la campaña.
Para Zimmermann quizá sea pan comido no jugar en todo 2020. Ganó dos millones de dólares en el 2019 y en su carrera de catorce campañas en las Mayores, roza los 140 millones. En 2020 tiene pacto por otro par de ’melones’
No es que me toque decir si los merece o no, allá los Nacionales que se los pagan si ellos lo creen. Tampoco es asunto de uno enterarse de qué ha hecho nadie con sus ganancias, allá el IRS (versión gringa del SAT, nomás para aclarar) que le meta lupa.
Pero varios jugadores parecen olvidar el desamparo en el que se va dejar a miles de empleados de equipos y trabajos indirectos que provocan las Mayores.
Tampoco creo que antepongan a esas personas en la Oficina del Comisionado. A fin de cuentas, su labor es hacer dinero.
Preferir que la campaña se suspenda, desde sus mansiones, sus cuentas cubiertas y sus despensas llenas, sus gimnasios privados y sus vehículos de lujo, es fácil, pero se olvidan de esos que dependen de que haya actividad, porque hasta los taxistas se ven afectados en estos momentos. Aclaro, ser millonario no creo que tenga nada de malo... al contrario.
Si se logra el acuerdo, que lleve a los equipos a los estadios, pese a las quejas de los jugadores que tiene justificadas dudas, no presentarse les va costar un lanón. A media semana el gobernador de Arizona, Doug Ducey, dijo ’estamos listos’... claro, si le urge que se ocupen hoteles, restaurantes, combustible en el estado.
Pero como lo ha mencionado Rob Manfred, comisionado de las Mayores, no se va de boca y lo último que quiere es que surja un brote en Arizona causado por ellos. Por cierto, además de los once estadios, que incluye el Chase Field, el proyecto incluye el mismo estadio de los Sun Devils de Arizona State, en Phoenix...ya son doce.
Halladay exhibidoEn Estados Unidos no se andan con nimiedades y menos cuando se trata de quitarse responsabilidades. Esta semana, autoridades de la Seguridad Nacional de Transporte dijeron que Roy Halladay, quien falleció en un accidente aéreo en noviembre del 2017, había consumido metanfetaminas.
El informe de la NTSB (así son las siglas en inglés) dijo también que el fallecido ex lanzador de Grandes Ligas, que tenía cuarenta años, hacía piruetas en su avión, un ICON A5 Founders Edition, el día de su mortal accidente en Florida. Como ve, ahí sí que la NTSB dijo ’y la culpa no era mía’ Muchas gracias.
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