Bills avizoran cetro del Este

Chocan este sábado en la noche con los Delfines

Bills avizoran  cetro del Este
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De cara a su visita del sábado en la noche a casa de los Bills, donde la nieve es parte del pronóstico y el termómetro difícilmente subirá del punto de congelación, al entrenador en jefe de los Delfines, Mike McDaniel, se le vio portando en la semana una camiseta con la leyenda Quisiera que hiciera más frío”.

Ten cuidado con lo que deseas, Mike.

Al fin de cuentas, nunca es fácil ir a casa de un adversario divisional a jugar bajo las inclemencias meteorológicas. Los Bills lo saben de primera mano.

Cuando estos dos equipos se encontraron en la semana tres — en la que jugadores de Miami portaron camisetas de Quisiera que hiciera más calor” — los Delfines se quedaron con un dramático triunfo bajo el sol abrasador de Florida. El mercurio alcanzó los 32 Celsius (90 Fahrenheit) y varios integrantes de los Bills padecieron calambres y golpes de calor.

Sufrieron más con el resultado.

A pesar de que, como se sabría después, el quarterback de Miami Tua Tagovailoa jugó conmocionado la segunda mitad, y de que ganaron 285 yardas más que sus rivales, los Bills cayeron 21-19 cuando a Josh Allen se le acabó el tiempo con su equipo en territorio para patear el gol de campo de la victoria.

Ahora, montados en una racha de cuatro triunfos y con el boleto de postemporada al alcance de sus manos, los Bills buscan su revancha bajo la nieve.
Buffalo tiene la motivación y cuenta con credenciales de sobra, en particular la cuarta mejor ofensiva de la NFL y la segunda mejor defensiva, una unidad que ha concedido apenas 22 puntos en sus últimos dos encuentros, precisamente ante rivales de la división.

Tiene, también a un Allen que, cuando se trata de los Delfines, simplemente pisa el acelerador. En nueve inicios ante Miami, el quarterback de Buffalo tiene 27 touchdowns totales, tres por encuentro, y ha lanzado al menos dos envíos de anotación en cada uno de esos partidos.

Está claro que las preocupaciones de Miami van más allá del termómetro. Tendrán que enfrentar a Allen con la 23ra defensiva aérea de la liga, tendrán que remediar el hecho de que el explosivo Tyreek Hill fue limitado a dos recepciones para 33 yardas en el primer duelo ante Buffalo y tendrán que buscar respuestas a una ofensiva que se ha estancado desde que el calendario dio vuelta a diciembre.

Los Delfines vienen de dos derrotas consecutivas en la (cálida) costa oeste, en donde apenas consiguieron 17 puntos por encuentro a pesar de contar con la única dupla de receptores de la liga que han rebasado las 1.000 yardas: Hill (1.460) y Jaylen Waddle (1.003).

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