Era un juego crucial, un enfrentamiento que prometía emociones fuertes. Pero, en medio de ese fragor, un imprevisto se apoderó de la banca de los Chargers.
Jim Harbaugh, el entrenador del equipo, sintió un malestar durante el calentamiento previo al juego. Su corazón se aceleró, una sensación que le era familiar. Decidió acudir al médico para que lo revisara.
El diagnóstico: arritmia. El corazón de Harbaugh no latía con normalidad. Su ritmo se había acelerado. Ante la situación, Harbaugh se retiró al vestidor en el primer cuarto del juego.
"Es el corazón, así que hay que tomarlo en serio", mencionó Harbaugh.
Los médicos le realizaron un electrocardiograma para evaluar su situación. Los resultados indicaron que su corazón se estaba recuperando y que el ritmo había vuelto a la normalidad. Reforzado por los resultados, Harbaugh regresó a la banca para continuar dirigiendo a su equipo.
Harbaugh confesó que ha lidiado con arritmia auricular durante un tiempo. Esta condición puede hacer que el corazón lata demasiado rápido, provocando un latido irregular. Se sometió a un procedimiento de ablación en 1999 para tratar la arritmia. Años después, en 2012, cuando entrenaba a los 49ers de San Francisco, tuvo que pasar por otro procedimiento similar.
"Fue después de un juego de lunes por la noche donde Colin Kaepernick llevó a los 49's a una victoria de 32-7 sobre los Osos de Chicago", recordó Harbaugh.
La experiencia de Harbaugh no fue un impedimento para que el equipo mantuviera su concentración. Los Chargers, guiados por su quarterback Justin Herbert, lograron una victoria por 23-16 sobre los Broncos.
"Confíen en los médicos", mencionó Harbaugh. "Si no van a confiar en sus médicos, ¿en quién van a confiar?"
Harbaugh tiene programado una revisión con su cardiólogo el lunes, para asegurarse de que su ritmo cardiaco se mantiene estable.