La intensidad se sentía en el aire, palpable en cada drible, cada pase, cada defensa.
El primer cuarto fue un recital para Anthony Edwards, quien anotó 24 puntos, incluyendo 7 de 13 triples, estableciendo un nuevo récord en el Target Center. Su explosividad inicial ponía en aprietos a los Mavericks, pero la respuesta llegó con Kyrie Irving, quien lideró la ofensiva con 35 puntos, 16 de ellos en el tercer cuarto.
Luka Doncic, la estrella eslovena de los Mavericks, no tuvo un inicio fácil. Su efectividad desde la línea de tres puntos fue limitada, pero en los momentos cruciales, su talento brilló. A falta de un minuto y cuatro segundos para el final, Doncic anotó un triple de 33 pies, ampliando la ventaja a ocho puntos y provocando un rugido de la afición.
Doncic, con 24 puntos, 9 asistencias y 8 rebotes, fue el conductor de la victoria de los Mavericks 120-114 sobre los Timberwolves. Su grito de celebración al regresar al banquillo tras el triple decisivo reflejaba la adrenalina y la satisfacción de un juego bien ganado.
P.J. Washington también se destacó en el juego con 17 puntos y 8 rebotes, mientras que Julius Randle lideró la ofensiva de los Timberwolves con 20 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias. A pesar del esfuerzo de Edwards y la energía de Randle, los Timberwolves no lograron frenar el ataque de los Mavericks, que se llevaron la victoria en un juego que mantuvo la emoción hasta el final.