Kuhn, quien jugó como tackle defensivo para los Giants de Nueva York, recuerda ese momento como un sueño hecho realidad. "Imagina que eres el mayor aficionado al fútbol americano de todos los tiempos y has dedicado casi tu vida al deporte hasta ese momento. Y de repente consigues anotar un touchdown en la NFL. Así es como me sentí", confesó a The Associated Press.
Su pasión por el deporte lo llevó a recorrer universidades de Estados Unidos con un DVD de sus mejores jugadas, buscando una oportunidad que le permitiera destacar en un deporte que adoraba. "Explicar mi nuevo estatus no remunerado como estudiante-atleta a mi abuela fue complicado. Ella estaba algo sorprendida. Me dijo algo como, 'Espera, estás haciendo todo esto, ¿pero no te están pagando?'. No entendía que pareciera que soy un atleta profesional ahora, pero no estoy ganando dinero", recuerda con humor.
Después de ser seleccionado por los Giants en el draft de 2012, Kuhn jugó cuatro temporadas en la NFL, dejando su huella con 48 derribos, 1 1/2 capturas y dos recuperaciones de balón suelto. Su touchdown histórico, sin embargo, sigue siendo el momento que más lo define.
Desde que se retiró como jugador, Kuhn se ha convertido en un embajador de la NFL en Alemania, impulsando la expansión internacional de la liga. Su trabajo como corresponsal internacional para la NFL y su participación como consultor del sindicato de jugadores son solo algunas de las facetas que le permiten compartir su pasión por el deporte que lo cautivó.
La llegada de jugadores como Kuhn y Sebastian Vollmer, otro alemán que logró triunfar en la NFL, ha abierto un camino para futuras generaciones de jugadores alemanes, inspirando una nueva ola de pasión por el deporte en su país. "Algunas cosas parecen imposibles si nadie las ha hecho antes, dijo Kuhn. "Pero ahora hay personas a quienes admirar, hay historias que puedes seguir, hay ciertos caminos que se han construido y que definitivamente hacen que venir a Estados Unidos y jugar al fútbol americano ahí sea mucho más fácil".