Las noticias, inicialmente reportadas por TMZ, llegaron justo antes y durante el partido de los Chiefs de Kansas City contra los Saints de Nueva Orleans. Mahomes, quien describió la situación como "algo que no quieres que le pase a nadie", no pudo dar muchos detalles, pues la investigación aún está en curso.
La policía respondió a una llamada a la casa que coincide con la dirección de Mahomes en una comunidad privada tipo resort, justo al sur del área metropolitana de la ciudad. La llamada, que se calificó como un robo, se hizo justo después de la medianoche del 6 de octubre.
Al día siguiente, mientras los Chiefs jugaban contra los Saints en el Arrowhead Stadium, la residencia de Kelce en el acaudalado suburbio de Leawood fue asaltada. El reporte de la policía, que se obtuvo por AP, indica que la denuncia no se presentó hasta la mañana siguiente.
Según el informe, los daños se estiman en 20,000 dólares, incluyendo efectivo y daños a una puerta trasera.
La residencia de Kelce, una casa de 16,000 pies cuadrados, incluye una bodega, una piscina y un garaje para seis automóviles.
Las autoridades aún no han realizado arrestos en ninguno de los casos.