La afición neoyorquina, conocedora de la historia de su equipo, esperaba una noche especial.
Y la noche no defraudó, aunque comenzó con un susto. Jalen Brunson, la estrella de los Knicks, protagonizó un inicio fulgurante, anotando 23 puntos en el primer cuarto, a tan solo uno de su récord personal. Sin embargo, en el tercer periodo, tras un bloqueo, el base se retiró del juego brevemente, generando una ola de preocupación entre la multitud. "Nunca había visto a Brunson así", comentó un aficionado al salir del estadio. El equipo mantuvo silencio sobre la naturaleza de la aparente lesión, añadiendo misterio a la situación.
Pero el drama solo encendió más la llama de la afición. Al regresar a la cancha, entre una atronadora ovación, Brunson demostró su fortaleza. Su determinación fue inquebrantable, culminando la noche con una impresionante marca de 44 puntos. Esta actuación lo coloca en un selecto grupo: con este registro, empata con Carmelo Anthony en el tercer lugar de la lista de jugadores de los Knicks que han alcanzado los 40 puntos en 17 ocasiones.
La victoria de los Knicks sobre los Bucks fue contundente: 140-106. El desempeño del equipo fue excepcional, con un 58% de efectividad en tiros de campo. Karl-Anthony Towns también contribuyó significativamente, sumando 30 puntos y 18 rebotes. Por parte de los Bucks, Giannis Antetokounmpo lideró con 24 puntos y 13 rebotes, mientras que Damian Lillard aportó 22 puntos. A pesar del esfuerzo de ambos, la diferencia fue notable.
Los Knicks, tras superar una racha de cuatro derrotas en cinco partidos, se enfrentan ahora a Detroit el lunes. Los Bucks, por su parte, comienzan una serie de cuatro juegos en casa el martes contra Sacramento. La siguiente semana se presenta con nuevos desafíos para ambos equipos, listos para seguir escribiendo su historia en la NBA.