El nombre de Corbin Burnes, cuatro veces All-Star y ganador del premio Cy Young de la Liga Nacional en 2021, resuena con fuerza. Su fichaje por los Diamondbacks de Arizona, por un contrato de seis años y 210 millones de dólares, ha sorprendido a muchos. La franquicia de Arizona, no conocida por sus grandes inversiones, ha realizado una apuesta audaz.
Para Ken Kendrick, dueño de los Diamondbacks, la inversión en Burnes representa una apuesta estratégica hacia el futuro. "Tenemos el potencial para ser un equipo campeón," afirma Kendrick, "Nuestro trabajo es tratar de hacer todo lo posible para poner el mejor equipo posible en el campo que podamos permitirnos. Estamos estirando el presupuesto. No será la última vez". Este movimiento sitúa a los Diamondbacks en una posición competitiva dentro de la reñida División Oeste de la Liga Nacional, donde equipos como Los Dodgers, San Diego y San Francisco se disputan el liderazgo.
La decisión de Burnes de unirse a Arizona no fue arbitraria. A sus 30 años, el lanzador, originario de California, se mudó a Arizona en 2018 mientras jugaba para los Cerveceros de Milwaukee, aprovechando la cercanía a las instalaciones de entrenamiento de primavera. La comodidad y la cercanía a su familia, un factor crucial, influyeron en su decisión. Su experiencia con los Orioles de Baltimore en 2024, aunque exitosa (15-9 y efectividad de 2.92), se vio afectada por la distancia de su familia, situación que finalmente le llevó a priorizar su vida personal.
Burnes se integra a una rotación de lanzadores de alto nivel que incluye a figuras como Zac Gallen, Merrill Kelly, Eduardo Rodríguez y Brandon Pfaadt. El propio Burnes reconoce el potencial del equipo: "Están jugando un estilo diferente de béisbol y creo que estamos empezando a ver eso en toda la liga... Han drafteado bien, se han desarrollado bien. Estoy feliz de ser parte de esto".
Este acuerdo, sin embargo, contrasta con algunas decisiones pasadas de los Diamondbacks en el mercado de agentes libres. El caso de Madison Bumgarner, quien firmó un contrato de cinco años y 85 millones de dólares antes de la temporada 2020, resultó decepcionante. Sin embargo, Mike Hazen, gerente general de Arizona, no se intimida: "Es mejor que vayas a hacer otro trabajo si vamos a tener miedo de traer a un tipo de este calibre".
El tiempo dirá si esta jugada estratégica de los Diamondbacks se traduce en éxito sostenido en la temporada. El futuro competitivo del equipo se encuentra ahora ligado indisolublemente a la trayectoria de Corbin Burnes y al potencial sin explotar del resto del equipo.