UEFA sanciona severamente a árbitro David Coote: Suspensión hasta 2026
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René CardenasTras una investigación exhaustiva, la UEFA ha emitido un comunicado oficial con sanciones contundentes. La decisión, anunciada el viernes pasado desde la sede de la UEFA en Nyon, Suiza, ha generado un impacto considerable, no solo en el ámbito deportivo, sino también en el debate sobre la responsabilidad ética de las figuras públicas.
La suspensión hasta junio de 2026, se basa en dos incidentes separados, ambos capturados en video y difundidos en línea. El primero muestra a Coote lanzando "insultos hacia Jürgen Klopp, el ex entrenador del Liverpool", según la propia UEFA. Este incidente, que se volvió viral en redes sociales, provocó la investigación inicial y su despido de la Professional Game Match Officials Limited (PGMOL), la entidad que regula a los árbitros ingleses en noviembre pasado. La PGMOL, en un comunicado de diciembre, dejó claro que "sus acciones constituyeron una grave violación de las disposiciones de su contrato de trabajo, considerándose su posición insostenible".
Pero la situación se agravó aún más con la aparición de un segundo video, aparentemente filmado durante el Campeonato Europeo del año pasado en Alemania. Este material muestra a Coote en una situación comprometedora, presuntamente "inhalando un polvo blanco", lo que motivó una investigación adicional por parte de la UEFA.
Finalmente, la UEFA, en sus últimas decisiones publicadas por el organismo de control, ética y disciplina, determinó que Coote violó las “reglas básicas de conducta decente” y desacreditó “el deporte del fútbol, y a la UEFA en particular.” La severidad de la sanción deja entrever la gravedad de los hechos y la firme postura del organismo rector del fútbol europeo en cuanto a la integridad y el comportamiento ejemplar de sus árbitros.
Este caso pone de manifiesto la importancia de la imagen pública y el comportamiento responsable, especialmente para figuras que desempeñan roles de liderazgo y visibilidad dentro del deporte profesional. La decisión de la UEFA sienta un precedente importante, reafirmando su compromiso con el fair play y la integridad del juego.
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