Cardenales aplastan a Filis 7-0: Liberatore y Contreras lideran triunfo

Se sentía la energía de una tarde de béisbol de primera clase, la promesa de un buen juego.
Y la promesa se cumplió, aunque quizás no de la manera que muchos esperaban. Los Cardenales de San Luis demostraron una vez más su poderío, con una victoria contundente sobre los Filis de Filadelfia, finalizando el encuentro con un marcador de 7-0.
Matthew Liberatore fue el artífice principal de este triunfo. Su impecable labor en la lomita, con seis entradas en blanco, tres hits permitidos, una base por bolas y siete ponches (empatando su mejor marca de la temporada), fue clave para la victoria. Su actuación, complementada por el trabajo sin carreras de Phil Maton, JoJo Romero y Kyle Leahy, sentenció el juego para los Cardenales.
La ofensiva cardenal no se quedó atrás. Willson Contreras, despertando tras una sequía de jonrones que se extendió por 25 juegos (“desde el 10 de agosto de 2024, no había conectado un cuadrangular,” recuerda un aficionado), conectó su primer cuadrangular de la temporada, un batazo que rompió el hielo en la cuarta entrada. Este batazo, sumado a la excelente actuación de Jordan Walker (cuyo jonrón no fue especificado en la información inicial pero se sabe que ocurrió), marcó el inicio de la ventaja que nunca soltarían.
En la sexta entrada, la ofensiva se hizo presente con tres dobles consecutivos, cortesía de Brendan Donovan, Nolan Arenado y Nolan Gorman, impulsando así las carreras que sellaron el triunfo. Esto extendió la ventaja a un cómodo 4-0, dejando a los Filis sin reacción.
Por el lado de los Filis, la actuación de Zack Wheeler (1-1) fue opacada por la sólida defensa y el bateo de los Cardenales, quien permitió cuatro carreras y siete hits en seis entradas. En cuanto a los jugadores latinoamericanos, Edmundo Sosa (Filis) tuvo un discreto 3-1, mientras que Willson Contreras (Cardenales) brilló con un 4-2, dos carreras anotadas y dos impulsadas. Yohel Pozo (Cardenales) también contribuyó con un 4-1 y una carrera anotada.
Con esta victoria, los Cardenales se consolidan, demostrando una vez más la calidad de su equipo y la fuerza de su roster. La segunda blanqueada en la serie contra los Filis se quedó grabada en la memoria de todos los presentes.