Lotería NBA 2025: ¿Sorpresas en el Draft?

Pero el camino hacia esa selección no está exento de incertidumbre, depende de la suerte, de algo tan impredecible como las bolas de ping-pong.
En 1985, Patrick Ewing estaba a punto de ser la primera selección, cuando el entonces comisionado, David Stern, revolucionó el draft con la primera lotería. El resultado: los Golden State Warriors, a pesar de tener el peor récord, terminaron eligiendo en la séptima posición. Como lo anunció Pat O’Brien para CBS: “Y el primer equipo en odiar la lotería.”
Este año, Utah, Washington y Charlotte lideran las probabilidades con un 14% cada uno para la primera selección. El gerente general de los Wizards, Will Dawkins, lo resume así en una entrevista para Monumental Sports Network: “Ese día no tenemos mucho control. Las bolas nos dirán nuestro destino”. Una frase que refleja la esencia misma de la lotería.
Pero la historia de la lotería del draft de la NBA está llena de momentos memorables. Algunos equipos, como Cleveland y Orlando, han sido afortunados, acumulando cuatro victorias cada uno. Mientras que otros, como Grizzlies, Heat, Jazz, Lakers, Mavericks, Nuggets, Pacers y Thunder, nunca han saboreado el triunfo de la primera selección.
Existen datos sorprendentes: Orlando obtuvo la primera selección en 1993 con solo un 1,5% de probabilidades. Chicago (2008) y Cleveland (2014) también lograron hazañas similares con un 1,7%. La probabilidad de cada equipo varió a través de los años, pasando de un sistema equitativo inicial a uno ponderado, aunque con algunas modificaciones recientes.
Este año, tras Utah, Washington y Charlotte, le siguen Nueva Orleans (12,5%), Filadelfia (10,5%), Brooklyn (9%), Toronto (7,5%), San Antonio (6,7%), Houston (3,8%), Portland (3,7%), Dallas (1,8%), Chicago (1,7%) y Sacramento (0,8%). Se espera que Cooper Flagg, estrella de Duke, sea la primera selección, pero la lotería, con sus giros inesperados, podría cambiar el panorama por completo. El recuerdo de los Warriors en 1985, y el límite histórico de caída para los equipos, sigue siendo un recordatorio de la imprevisibilidad del evento.
La lotería, más allá de las probabilidades y los cálculos, sigue siendo un juego de azar, un capítulo emocionante en la narrativa anual de la NBA.