Mets remontan y vencen a Medias Blancas 2-1

Los ánimos estaban bajos, la esperanza parecía desvanecerse. Pero el béisbol, como suele decirse, es un juego de sorpresas.
Entonces, apareció Juan Soto. Con la tranquilidad que lo caracteriza, el bateador conectó un elevado de sacrificio, un pequeño detalle que, según un aficionado en las gradas, “desencadenó una reacción en cadena”. Ese sencillo, aparentemente insignificante, empató el marcador 1-1, reviviendo las esperanzas de los Medias Blancas.
La novena entrada llegó con una atmósfera electrizante. Tyrone Taylor de los Mets comenzó con un doble, inyectando adrenalina pura al juego. Inmediatamente, Jeff McNeil recibió una base por bolas intencional, una decisión estratégica de los Medias Blancas que, en retrospectiva, resultó un error táctico.
Luis Torrens añadió un sencillo, llenando las bases y elevando la tensión a niveles insoportables. El turno le llegó a Francisco Lindor. “El sonido del bate resonó en el estadio”, recordaban los fanáticos, describiendo el batazo que impulsó a Taylor hacia la registradora. Otro elevado de sacrificio, este sellando la remontada.
Los Mets ganaban 2-1. Edwin Díaz cerró el partido con una entrada impecable, sin hits, asegurando la victoria y consiguiendo su segundo triunfo de la temporada. Los Mets lograron así su tercera victoria consecutiva, dejando atrás una racha negativa.
Algunos datos adicionales resaltan el emocionante encuentro: Clay Holmes, lanzador de los Mets, estableció un récord personal de 102 lanzamientos en 5 2/3 entradas. Por el lado de los Medias Blancas, Miguel Vargas, Luis Robert Jr. y Edgar Quero registraron un hit cada uno en cuatro turnos al bate. Mientras que, por los Mets, Francisco Lindor se destacó con un hit y una empujada, y Francisco Álvarez también contribuyó con un hit. Luisangel Acuña anotó una carrera.
El juego fue una muestra más de la impredecibilidad del béisbol; una perfecta combinación de estrategia, serenidad bajo presión y, por qué no, un poco de fortuna.