Knicks vencen a Pacers: Brunson y Towns lideran la remontada

La tensión era casi tangible, una mezcla de esperanza y nerviosismo que se respiraba en cada rincón.
En el centro de la escena, los Knicks, con la urgencia de un equipo contra las cuerdas, se enfrentaban a los Pacers de Indiana. Esta no era una batalla cualquiera; estaba en juego la supervivencia en la final de la Conferencia Este, una meta que parecía lejana tras los primeros encuentros de la serie. El peso de la historia, de la tradición, recaía sobre los hombros de cada jugador.
Jalen Brunson, con una actuación memorable de 32 puntos, lideró la carga ofensiva de los Knicks. Su desempeño fue clave para contrarrestar la amenaza de Tyrese Haliburton, quien tras su explosiva actuación anterior, se vio limitado a tan solo 8 puntos y 6 asistencias. La estrategia defensiva de los Knicks, ajustada tras la derrota anterior, resultó ser decisiva en este encuentro.
Pero la victoria no fue una tarea fácil. Karl-Anthony Towns, a pesar de jugar con una contusión en la rodilla izquierda, aportó su fuerza y experiencia al equipo, sumando 24 puntos y 13 rebotes. Su entrega, en medio del dolor, fue un ejemplo de la garra y determinación que caracterizó la noche de los Knicks.
El marcador final, un contundente 111-94, reflejó el dominio de los neoyorquinos en la segunda mitad del partido. Los aficionados, eufóricos, corearon “¡Knicks en 7!”, una muestra de fe y esperanza en la remontada. Con este triunfo, los Knicks se acercaron al 3-2 en la serie, manteniendo viva la posibilidad de convertirse en el decimocuarto equipo en la historia de la NBA en remontar un déficit de 3-1 para ganar una serie. Una hazaña histórica, considerando que ningún equipo ha logrado ganar una serie de finales de conferencia tras perder los dos primeros juegos en casa.
La serie continúa. El sábado, en Indiana, se jugará un partido decisivo que definirá el futuro de ambos equipos en la contienda. El ambiente estará más candente que nunca.