No era para menos: "Las Leonas hicieron historia otra vez", gritaba un aficionado entre la multitud que coreaba los nombres de las campeonas.
Leah Williamson, la capitana, bajó primero con el trofeo firmemente agarrado. Detrás, Sarina Wiegman, la entrenadora que ya las había llevado a la gloria en 2022, sonreía con esa calma que esconde tácticas magistrales. 12.2 millones de espectadores —según la BBC— atestiguaron cómo Chloe Kelly, la misma que selló la Eurocopa anterior, volvió a ser clave desde los 11 pasos. Esta vez, ante España, en una tanda de penales que dejó un marcador de 3-1 tras empatar 1-1 en el tiempo extra.
- La gira de celebraciones: Este lunes, Downing Street las recibirá con banderas de San Jorge. La viceprimera ministra Angela Rayner y la ministra de deportes Stephanie Peacock serán las anfitrionas.
- El reconocimiento real: Carlos III no escatimó elogios. "Admiración y la próxima meta: el Mundial 2027", declaró desde el Palacio de Buckingham.
- El desfile: Mañana, un autobús descubierto recorrerá el centro de Londres hasta llegar frente a la residencia real, donde cerrarán con broche de oro.
Keir Starmer, el primer ministro, lo resumió así:
"No solo ganaron un torneo; inspiraron a una generación". Y es que el equipo no solo repitió hazaña —dos Eurocopas seguidas—, sino que lo hizo con un sello distintivo:
solvencia bajo presión y un juego colectivo que desarma rivales. Mientras, en las redes, los memes ya comparaban a Kelly con leyendas del deporte inglés. La euforia, como en 2022, promete durar semanas.
Lo que sigue es claro: disfrutar el triunfo, sí, pero con la mira puesta en 2027. Porque si algo dejó esta final, es que Las Leonas no juegan para participar, juegan para ganar.
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